El inicio hace una semana de la devastadora DANA, que ha asolado multitud de municipios valencianos, ha puesto en el centro del plano informativo a las inundaciones, un fenómeno que en multitud de ocasiones ha golpeado a Miranda en mayor o menor medida. Por ahora en la ciudad del Ebro no se atisba este riesgo, sin embargo, su principal río necesita ciertos cuidados para evitar que si se desatan futuros temporales tengan un fuerte impacto. Desde el Club de Piragüismo Antares, que cada verano elimina las berrañas del agua, explican que «el mayor problema ahora» está en que «hay muchos árboles muy viejos, que tienden a caerse, y eso provoca que haya atascos en el cauce», algo que «ocurre casi todos los años, según hay tormentas».
En el Ayuntamiento son conscientes de esta realidad y, por ese mismo motivo, la Concejalía de Servicios pretende contactar con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para solicitar su ayuda y sanear las riberas del río, a fin de que los posibles temporales no se lleven por delante la vegetación que ya está dañada. El responsable de esta área, Guillermo Ubieto, explica que «lo primero que hay que hacer es estudiar cada zona y revisar cuál es competencia de cada administración», por lo que su idea pasa por «hablar con la Confederación para que haya una coordinación y estudiarlo bien».
El líder de IU-Podemos en Miranda reconoce que «ya se ha estado revisando este tema en el departamento de Aguas», pero insiste en que «antes de llevar a cabo cualquier tipo de actuación hay que aclarar qué partes dependen del Ayuntamiento y cuáles son responsabilidad de la Confederación». En este sentido, Ubieto considera que «habría que asegurarse» de que la institución dependiente del Ministerio de Transición Ecológica «sanee» las zonas que le corresponden, aunque al mismo tiempo aclara que la administración municipal estará muy vigilante «porque siempre debe existir un plan sostenible». En concreto, apunta que «si, por ejemplo, se tiene que proceder a la retirada de árboles porque están en mal estado o en malas condiciones, tiene que ser planificando la reforestación con otros árboles que sean autóctonos».
El edil de Servicios describe que uno de los principales puntos donde se han identificado ejemplares que corren peligro de ser arrastrados por un temporal, y por tanto colapsar el cauce, se encuentra «desde el Instituto Fray Pedro de Urbina hasta el Polideportivo de Anduva». Asimismo, en el Club de Piragüismo Antares añaden que quizá «el mayor problema» en este ámbito esté en la otra dirección, pues consideran que hay más árboles en malas condiciones «desde el cementerio hacia arriba del río», es decir,«hacia la zona de Cabriana».
Precisamente, en ese punto se han registrado caídas de ejemplares muy antiguos varias veces. La última, como recuerdan en el Club Antares, tuvo lugar «este mismo año, a la altura del colegio Las Matillas». Aquel suceso ocurrió a principios del mes de mayo, cuando un árbol de grandes dimensiones que se encontraba en el margen izquierdo del Ebro se desplomó sobre el agua y el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios tuvo que acudir tanto con una lancha motora como con una sierra para intentar retirarlo y evitar que la corriente lo arrastrara hasta taponar alguno de los arcos del puente por el que la Nacional-I sobrevuela el río.