Puede que el señor conductor no se ría, pero sí va más tranquilo al volante del único autobús que en todo Burgos dispone de los sistemas de retención que la Federación de Madres y Padres (Fampa) considera imprescindibles en el transporte escolar y que sí se exigen en vehículos privados.
Los niños del colegio Raimundo de Miguel de Belorado han realizado la primera excursión a bordo de ese autocar, de la empresa Arceredillo. Un viaje a Territorio Artlanza que las familias disfrutaron más al saber que sus hijos viajaban con cinturones de tres puntos en todas sus butacas y con los alzadores que compraron hace meses gracias a las aportaciones de 14 ayuntamientos de la comarca tras la campaña impulsada por la madre de uno de los alumnos, Beatriz Solórzano. Ella empezó a hacerse preguntas en septiembre de 2020 y además de buscar repuestas, ha tratado de generar un compromiso con la seguridad. En el centro beliforano lo ha conseguido. «Estoy muy agradecida con el cambio de actitud», apunta Solórzano, quien reconoce la dificultad extra de programar actividades con solo un bus, lo que hace imposible su sueño de una ruta diaria.
Junto con Pilar Castroviejo, de Fampa Burgos, han creado un grupo de trabajo abierto sobre transporte escolar seguro, han remitido información a los centros y se han hecho notar en campañas de la DGT. «Queremos abrir los ojos a las familias y a los equipos directivos de los centros», explican, convencidas de que «si las empresas ven que existe esa demanda» seguirán los pasos de Arceredillo y equiparán otros vehículos, puesto que no es preceptivo (este curso es el primero obligatorio con el cinturón de 2 puntos pero no el de 3).