Cuenta atrás para que se celebre una nueva edición de Sonorama Ribera, del 7 al 11 de agosto. En materia de seguridad, la Policía Nacional de Aranda de Duero pondrá en marcha un dispositivo específico que abarcará el recinto del Picón, los conciertos que se celebran en el centro de la ciudad, así como la zona de acampada en el parque General Gutiérrez. Su jefe en la capital ribereña, José Manuel del Barco, detalla que solicitarán la presencia de las Unidades de Intervención Policial, los conocidos como antidisturbios, «que vienen a sustituir a la Unidad de Prevención y Reacción», ya que «se tendrá que desplazar a otros lugares». A ellos se sumarán guías caninos, especialistas en desactivación de explosivos, vigilancia en el subsuelo (por las bodegas subterráneas) y medios aéreos, con helicóptero y drones, que ya emplearon en el último festival.
«Aumentamos el número de efectivos con respecto al año pasado, tanto personal uniformado como de paisano», avanza Del Barco, mientras precisa que, además de mantener el orden público, su trabajo se centrará en «prevenir todo tipo de robos, hurtos, agresiones (incluidas las de carácter sexual) y violencia de género», además de «cualquier tipo de atentado, ya que estamos en alerta cuatro antiterrorista». Para ello contarán con refuerzos que llegarán, sobre todo, de Madrid, Valladolid y Burgos, y también con la colaboración de Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil, bomberos y la seguridad privada que contraten los organizadores del propio festival. Al final, como subraya Del Barco, la preparación de este evento «siempre ha sido un reto» por la gran cantidad de público que reúne y «todos los años se intenta mejorar la seguridad.Se intenta prevenir y disuadir cualquier tipo de delincuencia».
En el caso concreto de los drones, el jefe de la Policía Nacional arandina subraya que «estarán constantemente sobrevolando todos los escenarios, tanto en Aranda como en el Picón» y que lo harán «por motivos de seguridad».
Contra las masificaciones. En una reunión que han mantenido estos días con los organizadores de Sonorama Ribera, abordaron «el problema de la masificación en los alrededores de la plaza del Trigo, La Sal y la plaza de la Constitución». Pues bien, Del Barco explica que «se va a restringir el acceso por motivos de aforo, igual que todos los años» y precisa que la organización sopesa poner pantallas gigantes en varios puntos para que los asistentes no accedan al centro y vean los conciertos desde zonas más alejadas, algo que en CNP ven «con buenos ojos» (...).
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