El futuro de la carrera de Jimena Vicario Casal pinta bonito. Su talento, su paulatina mejoría y su trabajo le han hecho escalar puestos paso a paso y en ascenso. Atesora como internacional un oro en el Mundial sub-17 y recientemente en Lituania, otro metal dorado en el Europeo sub-19. El pasado 24 de octubre, la seleccionadora sub-23, Sonia Bermúdez, volvió a contar con la portera en su lista para el amistoso en Las Rozas contra Italia, que concluyó con derrota por 0-1, pero la burgalesa continúa acumulando éxitos, ahora bajo los tres palos del Deportivo Alavés Gloriosas, líder de Segunda División.
Han pasado unos meses ya desde la conquista del Europeo sub-19, ¿qué recuerdos se trajo de Lituania?
Fue una experiencia increíble. A pesar de que me tocó estar con un rol un poco más desde fuera, fue increíble poder vivir con el equipo, ver esos partidos y apoyar a la selección de esa manera. El equipo era muy bueno y lo que conseguimos era muy merecido.
¿Qué se le pasó por la cabeza cuando le colgaron el oro?
Fue una final de infarto, sí, algo épico. Si a alguien le preguntas cómo le gustaría ganar una final yo creo que sería así, sufriendo hasta el final, pero también es bonito. Es una recompensa a tu trabajo y una alegría tremenda. Se pasa por tu cabeza todos los sacrificios que has tenido que hacer para estar ahí, todo lo vivido, lo bueno y lo malo. La gente que te anima, tu familia que ha estado apoyándote siempre y cobra sentido todo en esos momentos.
Una proeza ganar a Países Bajos, Alemania e Inglaterra, además con un gol a dos minutos del final de la prórroga, ¿no?
Nunca vas pensando en el resultado. Siempre vas con la idea de hacer nuestro mejor juego y disfrutar lo máximo posible y creo que es una de las señas de identidad del equipo.
¿Qué mensaje os dio la seleccionadora, Sonia Bermúdez, antes de la victoria?
Nos transmitió que confiásemos en nosotras, que teníamos capacidades suficientes para sacarlo adelante y que trabajáramos todas juntas.Metimos en el minuto 118, un número para el recuerdo.
El minuto 118 será un número para el recuerdo»
¿Crees que tuvo la repercusión merecida?
La repercusión fue buena. El Alavés tuvo un bonito detalle y nos sacó a 'Mendi' a Raquel y a mí. Nos homenajearon y cada vez se valoran más los títulos en el fútbol femenino.
¿Dónde radica el éxito de la selección?
En el grupo. La relación, tanto dentro como fuera del campo. Cualquier compañera iba a hacer un esfuerzo extra. La piña.
¿Se asume lo de ser portera suplente?
La portería siempre hemos sabido que es un puesto difícil. Tanto las que juegan como las que no. Son todas las que ayudan a ganar el título no solo las que lo juegan todo. Es un rol diferente, pero también muy necesario para conseguir lo que se está consiguiendo.
¿Y ahora un nuevo paso como internacional, pero ya en la categoría sub-23 y repites con Sonia Bermúdez?
Pues es otro sueño. Poder estar en una nueva categoría de la selección nacional. Todo son ganas de trabajar y aportar tanto en la selección como al equipo.
Creo que el Alavés puede hacer algo muy bonito si seguimos jugando así»
En dos años su carrera se ha disparado, ¿se notan mucho estos saltos?
Con la mayoría de las jugadoras he coincidido tanto en la sub-17 como en la sub-19 y el nivel está creciendo mucho y los clubes cada vez invierten más en fútbol femenino y eso se está notando. Cada vez se entrena más y mejor y se está también dando un salto de calidad. En la sub-23 gran parte de ellas coincidimos también.
Del Nuestra Señora de Belén de Burgos (anterior Burgos CF) al Parquesol vallisoletano y, entremedias, una experiencia extranjera en el DePaul estadounidense en el que una lesión le impidió disfrutar todo lo que hubiera querido, ¿cómo superó ese trance?
Las lesiones forman parte del deporte. Te hacen valorar lo que tienes. En cada entrenamiento tienes que dar lo mejor. Es un proceso muy duro, pero del que aprendes mucho y te ayuda a crecer.
Vuelve a España y ficha por el Betis, ¿cómo fue su estancia en el club andaluz?
El Betis, también muy bien. Trabajar en una dinámica de un equipo de Primera División es algo que te aporta muchas cosas. Compartí vestuario con gente increíble que me ayudó mucho. Y he crecido también mucho gracias a ellos.
Deja el sur y vuelve al norte, ahora en el Alavés, ¿qué le gustó de ese proyecto?
Me llamó la atención. Creo que las intenciones para este año son muy buenas y merecía la pena dar el cambio e intentaremos conseguir los objetivos.
¿Qué expectativas tiene Jimena Vicario este curso ahora que el Alavés es líder en la categoría de plata?
El equipo va bien. Estamos jugando bien y creo que tenemos que seguir en esta línea. Es una liga muy competida que se va a hacer muy larga, pero creo que podremos hacer algo muy bonito si seguimos así. Yo quiero dar lo mejor de mí, seguir mejorando y crecer.
De la niña que comenzó en Burgos queda la misma ilusión por este deporte»
La entidad vitoriana tiene buenas relaciones también con los clubes burgaleses, ¿qué le parece?
Sí es bueno. Que los clubes grandes se interesen por el fútbol femenino es muy positivo.
Todos estos logros le hacen a uno más fuerte, imagino que también le subirán el caché, ¿no?
Sí, son recuerdos que siempre voy a tener en mi mente y que a cualquier futbolista le gustaría vivir. Ojalá pueda vivir muchos más.
¿Qué queda de la niña de Modúbar de la Emparedada que empezó con apenas cinco años a jugar al fútbol?
La misma ilusión por este deporte. Poder practicarlo y a este nivel siempre es el sueño que había tenido desde pequeña. Ser convocada por la selección nacional ver que lo puedo cumplir. Es una ilusión tremenda. Estoy muy contenta.
Ya es un referente en el fútbol femenino burgalés, ¿qué les dice a esas niñas que como usted empiezan a despertarles esa pasión?
Que no tengan miedo en practicar fútbol, que cada vez lo practican más y más niñas, que se atrevan, que es un deporte que les va a aportar muchas cosas y que trabajen muy duro que al final los sueños se cumplen y que si trabajan lo podrán conseguir.