Parada para regalos

B.G.R. / Burgos
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El mercado navideño de oficios artesanos abre sus puertas en el paseo del Espolón con más casetas que hace unaño y la fidelidad de unos profesionales, tanto locales como foráneos, que aplauden la confianza del público burgalés

Cerca de 30 casetas conforman la muestra de este año, que repite en el paseo del Espolón. - Foto: Patricia

Fidelidad puede ser la palabra que define el mercado navideño, convertido ya en un clásico de  esas fiestas bajo la organización del  Colectivo de Artesanos de Burgos y la colaboración del Ayuntamiento. Por un lado, la que los profesionales profesan con un cita a la que algunos acuden desde hace décadas. Y por otro, la que mantiene el público local con unos productos hechos a mano y dentro del territorio nacional que cada vez valoran más. Quizás esta sea la seña de identidad de una feria que arrancó ayer en el centro con dos puestos más que hace un año y que permanecerá abierta hasta el 5 de enero.

La variedad de la oferta es otro de los alicientes. Joyas, artículos de cuero, velas, cosmética, decoración, sombreros, ropa o bolsos se suceden a lo largo del paseo Marceliano Santamaría, mientras que a pie del Espolón la alimentación cobra protagonismo. Desde Sevilla, Andrés Martínez, repite por cuarta vez con sus Garrapiñadas Muy Ricas. «Desde el primer año hemos tenido una grata acogida por parte de la gente», afirmaba al poco de levantar de la persiana acompañando sus palabras con el hecho de que los clientes no solo compran una vez, sino varias a lo largo de los 35 días que dura la muestra. 

Martínez elabora sus productos in situ, ya sean almendras, anacardos, garbanzos o nueces, mientras que Carmen Ceñal regenta un taller de cuero en Asturias desde hace ya 30 años. Desde allí ha traído bolsos, carteras y cinturones que se caracterizan por su repujado y decoración, algo que no pasa desapercibido para el público. «La clientela es muy buena.Parece que nos estuvieran esperando para pasar por la feria a ver lo que tenemos antes de comprar los regalos de Navidad», comentaba, al tiempo que aplaudía las fechas de celebración al coincidir con el puente de diciembre y la llegada de turistas procedentes de otros puntos del país. 

En ese paseo de los artesanos bien puede encontrarse ese regalo navideño que cuenta con el plus de estar hecho a mano. Una particularidad que, según Carmen, cada vez pose un mayor valor para los clientes y también para sus creadores, tal y como sostenía Roberto Fernández, joyero burgalés con un taller en Espinosa de los Monteros que acudió por primera vez al mercado en 1999. «Hay que apostar por el comercio de proximidad porque cuanto más cerca gastes tu dinero, más rápido te va a llegar», subrayó.

En esta ocasión, la presencia de profesionales de fuera de la provincia supera a la de burgaleses, tal y como destacó Silvia Torrente, presidenta de Coarte, quien, no obstante, puso de relieve el incremento de la participación registrado en esta edición. «Cada vez nos cuesta menos atraer a artesanos de otros puntos de España», precisaba en referencia a los 28 que participan este año, dos más que en 2023, pese a que las ferias navideñas no son de las más atractivas. Para esta confía en conseguir «grandes ventas y mucha afluencia de público».