33 millones de la Junta a la industria de Aranda desde 2016

I.M.L. / Aranda
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La creación de la plataforma financiera del ICE ha atendido casi 300 solicitudes estos años, ayudando a crear o mantener cerca de 2.400 empleos gracias a la inversión inducida por esta ayuda de 46 millones

La industria arandina se ha beneficiado de la ayuda financiera de la Junta. - Foto: Patricia

Las empresas arandinas luchan por salir adelante, ya sea en el comienzo de su actividad o con inversiones para mejorar o ampliar su capacidad productiva. Un día a día que precisa, de forma más habitual de lo que podría parecer desde fuera, de financiación externa para afrontarlos retos del mercado. Para ello, muchas buscan ayuda de las administraciones públicas y, una de ellas es la plataforma financiera de la Junta de Castilla y León, creada en 2016 y que gestiona el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE). Desde su origen ha atendido a 297 solicitudes realizadas por las firmas de la ciudad. Con ese número de fondo, se han realizado acciones de financiación por valor de 33,3 millones de euros, una cantidad que ha servido para inducir «una inversión empresarial de 46 millones de euros y la creación o mantenimiento de 2.373 puestos de trabajo», según indican desde la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta.

De esas cifras de los últimos ocho años de implicación de esta plataforma financiera con el tejido empresarial de la capital ribereña, los datos correspondientes al año pasado arrojan un total de 71 solicitudes financiadas, que es casi una cuarta parte de las atendidas desde 2016, lo que da una muestra de que las empresas de Aranda están en un momento inversor para mejorar el escenario competitivo del mercado. Unas cifras que también tiene su reflejo en el importe que ha llegado hasta Aranda desde la plataforma de financiación de la Junta, que en el año 2023 alcanzó los 7,6 millones de euros, casi un 23% de todo lo que se ha destinado desde la Junta a financiar proyectos industriales en los últimos ocho años. Con estas cifras globales, el importe medio que han recibido todas estas solicitudes supera los 107.000 euros. Gracias a esta ayuda financiera del Gobierno regional, el tejido industrial arandino ha podido afrontar una inversión inducida de 10,5 millones de euros, lo que supone una cuarta parte de lo que se ha generado en este sentido desde 2016.

Las cifras de los últimos ocho años distan mucho de las que arroja esta plataforma financiera para la ciudad de Miranda de Ebro, que sirve de comparativa habitual dentro de la provincia. La industria mirandesa ha logrado 126 millones de euros de este canal de ayudas económicas que se han repartido entre las 441 solicitudes atendidas. Comparando los datos con los de Aranda, el sector empresarial de la ciudad del Ebro ha logrado una media de 286.000 euros de ayudas, mientras que en la capital ribereña esa cifra se reduce a 33.000 euros.

Más para pymes. Esta línea de financiación suele ser uno de los recursos a los que acuden las pequeñas y medianas industrias porque «lo que te conceden es calderilla para las grandes empresas, que necesitan inyecciones económicas mucho más grandes para sus proyectos», como apunta un empresario de la capital ribereña que presentó una de las solicitudes atendidas el año pasado. «Parece que si acudes a pedir dinero, sea a la Junta o sea a otro sitio, es porque te van mal las cosas, pero tal y como está el mercado es imposible afrontar nuevos retos si no te ayudan», expone para justificar el querer mantenerse en el anonimato. Este pequeño industrial fue de los que, como la gran mayoría, sufrió con los cierres provocados por la pandemia pero «he intentado reinventar el negocio para salir adelante y, si no había suficientes beneficios, no te queda otra que pedir financiación para afrontar esa inversión que te va a permitir seguir funcionando», explica, poniendo de relieve que estos canales públicos de financiación «son más asequibles por las condiciones que si vas a pedir dinero a un banco».

El hecho de que las empresas de la capital ribereña acudan a la plataforma financiera del ICE, o a otras vías de obtener dinero para sus inversiones, se considera como un síntoma de la buena salud de la economía local. «Todas las empresas, unas más y otras menos, acuden a este tipo de ayudas para poner en marcha sus ideas; no es que pidan dinero para tapar agujeros, sino que lo hacen para avanzar en sus negocios y prosperar», justifican desde la asociación de empresarios FAE Asemar, conscientes de que estas ayudas de la Junta se solicitan por parte de las empresas de Aranda pero desconocedores de las cifras globales que facilita la Consejería de Economía y Hacienda.