Entre los miles de gazatíes que caminan de vuelta a su hogar en el norte de la Franja asoman las bolsas blancas, perfiladas contra el mar, que muchos cargan sobre sus espaldas mientras avanzan entre el polvo y los escombros. Otros llevan a sus bebés en brazos, y algunos, más afortunados, portan sobre coches o carros tirados por burros lo poco que han conseguido salvar tras 15 meses de una guerra que ha desplazado a más del 90 por ciento de la población.
«La imagen del regreso al norte de Gaza es el mejor eslogan del fracaso, la pérdida y la retirada de la ocupación», denunció ayer Husam Badran, uno de los líderes de Hamás. El grupo islamista, que mantiene el control del enclave palestino, celebra el retorno de los palestinos como una muestra de la resistencia «a la derrota o al colapso», y una prueba de que no serán expulsados de su tierra.
Más de 300.000 personas han iniciado su regreso a la zona septentrional, según las autoridades, después de que Israel abriera el lunes pasado el paso de Netzarim, una carretera construida por el Ejército judío que divide en dos la Franja.
Al amanecer, las multitudes comenzaron a desplazarse a pie hacia las localidades del norte, y en particular hacia ciudad de Gaza.
«El médico me dijo que no debía andar o subir escaleras, pero llevo caminando dos horas y no estoy cansada. Siento como si alguien me llevara a cada paso. Cada vez más cerca de mi casa», relata la palestina Nihad, que, junto a su marido e hijos, emprendió a inicios de semana su vuelta a casa.
Según el Gobierno de Hamás, más de 5.500 funcionarios están trabajando para facilitar las rutas y corredores de retorno, mientras que se necesitan unas 135.000 tiendas de campaña y caravanas para alojar a una población que, en muchos casos, solo encuentra escombros a su llegada.
Mientras miles de palestinos tratan de volver a su hogar (uno de los requisitos de la tregua que entró en vigor el 19 de enero), las autoridades del enclave denunciaron la muerte de al menos 11 personas por fuego israelí en los últimos dos días. En concreto, «48 muertos llegaron a los hospitales de la Franja durante las últimas 48 horas», según anunció el Ministerio de Sanidad gazatí, de los que 37 son cuerpos recuperados por los equipos de rescate entre los escombros en distintos puntos del enclave.
A primera hora, los medios de la región alertaron de la muerte de cuatro personas en varios ataques: dos en el norte y dos en el centro, incluida una niña. Desde que comenzó el alto el fuego, las tropas hebreas han dejado a más de 20 fallecidos y decenas de heridos.
Más de 20 muertos
El Ejército judío confirmó haber atacado «varios vehículos sospechosos» que se desplazaban hacia el norte a través de una zona «no autorizada para el paso y sin ser inspeccionados, en violación de los términos del acuerdo». En este punto, señaló que, tras haber lanzado «disparos de advertencia» contra un individuo que no se alejó, se abrió fuego para «eliminar la amenaza».
Según los medios palestinos, una de las víctimas fue atacada cuando conducía una excavadora para retirar un vehículo atascado cerca de Nuseirat, en una nueva acusación que podría volver a poner en peligro la tregua.