El proyecto para construir un hospital privado en Aranda de Duero, que impulsan conjuntamente los grupos San Gabriel y Recoletas, avanza de manera simultánea en varios frentes, desde el urbanístico hasta el sanitario o el educativo. En este momento, los arquitectos se hallan buscando un encaje legal en el nuevo plan general de ordenación urbana de la capital ribereña, ya que este obliga a dotar de servicios a toda la unidad de actuación y no sólo a la parcela en la que está previsto edificar el centro hospitalario.
El director de San Gabriel, Enrique García, reconoce que pese al retraso en la parte técnica, este tiempo les ha servido para constatar que se trata de una dotación "todavía más necesaria que antes" y, por eso, han decidido otorgarle una mayor envergadura. Así, frente a las entre 30 y 40 camas que estaba previsto habilitar en un primer momento, ahora se pasará "a no menos de 50". De los tres quirófanos iniciales se apuesta por sumar un cuarto. Mientras, en lo que respecta a las especialidades también se dará un salto notable, con al menos 26. Entre ellas, destaca análisis clínico, anatomía patológica, cardiología, cirugía general y plástica, fisioterapia, hematología, medicina interna, neumología, oftalmología, pediatría, psicología, podología, rehabilitación, traumatología o urología. Además, se está analizando la posibilidad de incluir nutrición, logopedia o alergología.
Para García, lo fundamental es "ofrecer servicios dimensionados" a Aranda y la Ribera del Duero y que así quienes viven en la comarca no tengan que desplazarse a Madrid o Valladolid para determinadas consultas. Asimismo, ambos grupos se marcan como objetivo atender en la capital ribereña a pacientes procedentes del norte de Madrid y de localidades cercanas de la provincia de Segovia. Todo ello con la mirada puesta en el futuro hospital público que ya se está construyendo en Aranda y con el que aspiran a colaborar. "Este es un proyecto que nos pone en el mapa. Será algo magnífico, que nos va a traer muy buenas noticias a nivel de localización empresarial", subraya el director de San Gabriel.
De primeras, este proyecto se enmarca en la expansión que experimenta el propio Grupo Recoletas, con planes en diversas provincias de Castilla y León. "Es una empresa en absoluto crecimiento. No nos podemos quedar al margen de esta vocación de invertir", defiende García, mientras habla de "perfecta sintonía" entre ambos y de "ilusión" por hacer realidad el futuro hospital privado de Aranda. Ahora, la inversión global se está recalculando, en función del crecimiento al que aspiran. Y, en cuanto a la parte urbanística, el director de San Gabriel agradece la disposición mostrada por el alcalde y la concejala de Obras: "El Ayuntamiento lo tiene como un proyecto prioritario". Una vez que se aclaren estas cuestiones, García calcula que la ejecución de las obras no les llevará más de un año y medio.
Un campus en mente. El proyecto sanitario se completa con un pilar educativo. Es decir, ambos grupos trabajan para albergar un campus y "situar a Aranda en la lista de ciudades que pueden acoger estudios universitarios". De inicio, arrancarán con tres ciclos de FP de medicina clínica y radiodiagnóstico, a los que tratarán de sumar grados universitarios. Sobre todo, ligados a carreras STEM, de ciencia, tecnología y robótica, y también de ciencias de la salud, como psicología, biomedicina o fisioterapia. "Lo estamos analizando", concluye.