Año tras año, las cifras que arroja Sonorama Ribera van a más. Si el festival cerró la edición de 2023 con un impacto económico de 18 millones de euros, su director, Javier Ajenjo, confía en superar los 20,5 millones el próximo verano. A ello se añadirán otros 15 millones de impacto mediático. "No nos vamos a cansar de repetir que esto son 365 días al año y que el festival es un generador de riqueza", remarca, mientras detalla que la Universidad de Burgos se halla rematando un estudio profundo de lo que implica un evento como este, el único de la provincia que aparece en el listado nacional de los cien mejores del Observatorio de la Cultura.
En paralelo, la venta de entradas para la edición que se celebrará en Aranda de Duero del 7 al 11 de agosto transcurre con "muy buenas" perspectivas. Hasta ahora, van un 20% por encima en comparación con el año pasado y, según indica Ajenjo, confían en lograr el sold out en abril. De hecho, el primer día que lanzaron 20.000 bonos, más otros 1.000 de categoría VIP, lograron vender el 60% en apenas una hora y media. "Estamos muy satisfechos. El arranque fue buenísimo y seguimos con buen ritmo. En Navidad ha continuado muy bien y en Aranda (donde tradicionalmente aplican descuentos) ha sido espectacular", subraya, al tiempo que avanza que "en breve" lanzarán las promociones con las empresas de la capital ribereña.
Asimismo, desde la dirección de Sonorama han solicitado al Ayuntamiento arandino que cuantifique cuánto le cuesta el festival a las arcas municipales, no sólo el patrocinio sino también los servicios que se involucran, la cesión del espacio o las horas extra que se hacen esos días. "Es el momento de saber lo que aporta Sonorama a Aranda y también lo que le aporta Aranda a Sonorama", defiende su director, consciente de que esta petición puede resultar "chocante" a algunos ciudadanos. Sea como fuere, él defiende que se ha de cuantificar la aportación municipal. "Debe estar certificado y debe hacerse con todo lo que hacemos en Aranda. Queremos que se sepa. Quizá no somos conscientes de lo que se genera para lo que cuesta", indica.
En esta línea, Ajenjo afirma que mantienen conversaciones con el Consistorio de cara a "mejorar el recinto y el espacio", donde la organización del festival se dispone a acometer "una serie de esfuerzos importantes" para que "se convierta en un parque para todos los arandinos, donde se pueda practicar deporte, un espacio multiusos". Conversaciones también para "seguir colaborando" y definir responsabilidades en la programación de conciertos en el centro de Aranda, cuyo coste ronda los 450.000 euros.
Sobre el cartel, ya están confirmados 60 artistas y quedan más de la mitad por dar a conocer. Las sorpresas continuarán "incorporando artistas de todos los rangos y para todos los públicos", zanja Ajenjo.