Quienes residen en el centro de Aranda de Duero tienen hasta el 16 de febrero para gestionar los permisos que serán obligatorios si quieren acceder con sus vehículos al casco histórico. También las empresas deberán llevar a cabo este trámite. Y después, una vez que se expidan todas las autorizaciones, empezarán a funcionar las cámaras que vigilarán la entrada de coches al casco histórico.
Pese a que esta nueva medida aún no ha entrado en vigor, las restricciones de tráfico se remontan a 2014. En su día se instalaron bolardos y se dio una tarjeta a los residentes. Ahora, aunque estos postes llevan más de un año sin estar operativos, eso no implica que se pueda entrar libremente.
De hecho, desde la Policía Local remarcan que "todo el que rebase las señales sin autorización, recibirá una denuncia". Es más, constatan que casi a diario reciben llamadas de vecinos que avisan de que hay personas que aparcan donde no deben. Pues bien, todas esas situaciones se sancionan. Y así se hace desde que los bolardos se bajaron de forma definitiva. En paralelo, continúa la gestión de los permisos: esta semana con la zona III y la próxima con la IV.