Los alcaldes de Monterrubio de la Demanda, Barbadillo de Herreros, Riocavado de la Sierra y Pineda denuncian la «tercermundista» situación de las dos principales vías que les comunican y unen sus territorios con La Rioja, la BU-820 y la BU-825, que difícilmente van a poder aguantar otro invierno de heladas y nieve sin una nueva capa de rodadura. Además, se sienten «ignorados» por la Junta de Castilla y León y por su representante en Burgos, el delegado territorial Roberto Saiz, al que han solicitado una reunión hasta ahora sin éxito. «Ni nos atienden», se lamentan.
«Hay tramos que parecen un camino forestal», describe Roberto Neila, al frente de la corporación de Barbadillo de Herreros, en referencia a la zona de la BU-825 que conecta su pueblo con Monterrubio de la Demanda, donde su alcalde va más allá y amenaza con movilizarse. «Estamos totalmente abandonados. Si no nos escuchan, tendremos que plantearnos la posibilidad de una manifestación», lanza Andrés Rocandio.
Aseguran que pese a tratarse de una larga recta, no se puede ir a más de 20 kilómetros por hora con un turismo porque se corre el riesgo de que los bajos golpeen contra lo que queda de asfalto. De Salas de los Infantes a Barbadillo del Pez se encuentra en mejor situación, porque sí se actuó en la capa de rodadura hace años.
En la época de Aznar, dice Rocandio, existió un ambicioso proyecto para convertir en vías rápidas estas carreteras con una inversión cifrada entonces en 24 millones, que quedó enterrado entre trámites e inconvenientes medioam- bientales. La comarca ha renunciado a aquel faraónico proyecto, que contemplaba eliminar curvas y mejorar algunos pasos, pero no a tener una vía de comunicación digna. De hecho, así se lo prometió el anterior delegado de la Junta, Baudilio Fernández-Mardomingo, cuando en septiembre de 2012 visitó el parcheo que se realizó en casi 60 kilómetros, con menos de 1,5 millones a repartir entre las dos carreteras.
«Hemos hecho un arreglo que va a durar al menos cinco o seis años. Cuando pase este tiempo esperemos que haya mejorado la situación económica y se puedan acometer mayores inversiones en ambas vías. Yo me he comprometido a estudiarlo, pero no nos vamos a engañar, en los próximos 3 ó 4 años va a ser imposible. Los alcaldes agradecen las actuaciones llevadas a cabo, pero no quieren renunciar a una mejor carretera», declaró el entonces representante de la Junta en Burgos. 8 años después, el arreglo y la promesa se han evaporado.
Con más tráfico que nunca, por la cantidad de veraneantes que han recibido este año, ven además cómo sus vecinos de La Rioja sí progresan -se está finalizando el arreglo integral de la LR-113 (Alto Najerilla)- mientras la Demanda burgalesa sigue estancada y sin proyectos de futuro por parte de la administración regional.