Tras semanas de intensas negociaciones entre las partes, los responsables de la Consejería de Sanidad se vieron obligados ayer a resolver el contrato con la empresa encargada de terminar las obras del nuevo centro de salud del Silo, que sustituirá al Federico García Lorca. Era la última decisión que se quería tomar pero no hubo otra salida ante la «inacción» tanto de la empresa adjudicataria, CHR, como de la que la adquirió, Urbas.
La rescisión implicará que tengan que pasar casi dos años para ver de nuevo actividad a tenor de lo sucedido con la primera contrata, Vialterra. En este caso la Junta de Castilla y León tomó la decisión en septiembre de 2020 pero no fue hasta diciembre de ese año cuando lo autorizó el Consejo Consultivo. A partir de ahí el entramado administrativo continuó con la revisión del proyecto y un nuevo concurso, de modo que no fue hasta junio de 2022 cuando se volvió al tajo.
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