El «enhiesto surtidor de sombra y sueño» que elevara a los cielos de la poesía Gerardo Diego agachó este sábado su «lanza» en señal de honor, respeto e inmenso cariño y agradecimiento hacia el padre Mariano Palacios González, que falleció de madrugada a los 96 años.
Por edad, por carácter y por su vida y su obra, era toda una institución tanto en el monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos como en dicha localidad de la comarca del Arlanza, de la que fue durante unos años su párroco.
Natural del cercano pueblo de Gete, perteneciente al Ayuntamiento de Pinilla de los Barruecos, y con raíces maternas en Hacinas, Mariano Palacios cuenta con dos hermanos benedictinos y ahora residentes en Madrid. Y también tuvo una hermana religiosa, ya fallecida. Gran aficionado a la lectura y a la escritura, su saber y su pluma están detrás de todo el proceso de beatificación de cuatro mártires de Silos fusilados en Madrid en 1936, dos de ellos igualmente burgaleses.
Fue muy amigo de Emeterio Martín García, alcalde silense durante cuatro legislaturas y gran impulsor del turismo en la localidad. A él, padre del actual regidor y con el que compartía nombre, dedicó en 2007 un libro donde recogía retazos de su buen hacer como político y gestor y fotografías de algunos de los muchos ilustres visitantes de este templo universal del arte, de la fe y del gregoriano que es el Monasterio de Silos.
Mariano Palacios ingresó en la abadía en 1938, a los 11 años. Pasó en México una larga temporada ayudando a los benedictinos allí nacientes y también en el Valle de los Caídos.
Deja en cuantos le conocieron una profunda y generosa huella, un ejemplo de servicio, escucha y consejo. Fue un universo de sabiduría alejado de la ostentación.