Un joven agricultor vecino de Villadiego falleció ayer por la tarde tras ser arrollado por su propio tractor en el alto de Hormazuela, una pedanía en la que su familia trabaja unas fincas junto al parque eólico Brullés. Jesús Curiel, de 31 años, falleció prácticamente en el acto tras sufrir el accidente y nada pudieron hacer las profesionales sanitarias  por su vida.

El cuerpo sin vida quedó tendido en una orilla del camino que cruza esta elevación a bastantes metros del tractor, que llevaba el cultivador enganchado y que acabó semivolcado y con el parabrisas delantero totalmente roto. Las primeras hipótesis apuntan a que algo le pudo suceder al conductor cuando se había bajado de la cabina, con tan mala suerte que se vio incapaz de evitar que le atropellara el vehículo, que luego continuó la marcha sin control camino abajo hasta acabar chocando.

El aviso al Servicio de Emergencias 1-1-2 lo efectuó una patrulla de la Guardia Civil alrededor de las 17.30 horas de ayer. Según el agente, el conductor había sido atropellado por su propio vehículo mientras trabajaba en una tierra de cultivo.

El 1-1-2 se lo trasladó de inmediato al Centro Coordinador de Urgencias (CCU) de Emergencias Sanitarias, desde el que se activó un equipo médico de Atención Primaria del centro de salud de Villadiego, que apenas tardó un cuarto de hora en llegar. La Benemérita las esperó para conducirlas sin tardanza hasta el alto en la que se había producido el siniestro por un camino poco transitado, salvo por agricultores, cazadores y  personal de mantenimiento del parque eólico. Una vez confirmado el fallecimiento, esperaron la llegada del forense para el levantamiento del cuerpo, mientras los especialistas de la Guardia Civil tomaban fotografías y datos para el atestado, ya prácticamente de noche.

(Más información, en la edición impresa de este miércoles de Diario de Burgos o aquí)