El duelo de Copa del Rey entre Arandina y Real Madrid contará con un aforo que oscilará entre 10.000 y 12.000 espectadores. El Estadio Juan Carlos Higuero, que se vestirá de sus mejores galas para afrontar una de las citas más históricas del deporte ribereño, recibirá la instalación de gradas supletorias que harán posible esta ampliación de capacidad. En principio, se distribuirán por todos los alrededores al césped, aunque aún no se han tomado decisiones en firme sobre ello.

Club y Ayuntamiento ya han tenido sus primeros acercamientos de cara a la organización de este duelo con un primer resultado tranquilizador. Al contrario que en los duelos frente a Murcia y Cádiz (en los que el Ayuntamiento aportó alrededor de 50.000 euros), los gastos se sufragarán de manera repartida. El Ayuntamiento volverá a tender su mano, a la par que se subcontratarán buena parte de las áreas de instalación para garantizar la máxima seguridad y profesionalidad en todos los ámbitos posibles.

Sonorama Ribera, con Javier Ajenjo a la cabeza, se convertirá en una pieza clave para esta cita. El festival arandino facilitará todo tipo de herramientas e infraestructuras para que el Juan Carlos Higuero alcance unas condiciones exquisitas para el próximo 6 de enero. La buena sintonía entre el club y el festival jugará un papel clave principalmente en todo lo relacionado con el aforo. Además de las gradas supletorias, se deberá hacer frente a otras cuestiones como la iluminación, el césped o los protocolos de seguridad.

A pesar de cumplir con los 600 luxes mínimos, se requerirá de un mayor número de focos respecto al enfrentamiento de la segunda eliminatoria. La escasa luz en ciertas zonas del campo obligarán a traer más refuerzos externos. Situación similar a la del césped, que  cuenta con el precedente del partido ante el Cádiz, por lo que volverá a recibir de cuidados intensivos.

En lo que al protocolo de seguridad se refiere, el personal de vigilancia, de cuerpos del estado y de trabajadores, recibirán un incremento considerable teniendo en cuenta la posibilidad de que el duelo se declare de alto riesgo debido a las limitaciones que ofrece las vías de evacuación del propio estadio.