El asalto a la quesería El Carluque que se vivió en Valdenoceda en la madrugada del domingo al lunes no ha dejado a casi nadie indiferente, unido a los robos de dos vehículos de empresas de construcción llenos de herramienta y materiales, en Frías y Valdenoceda, además de una vivienda y un vehículo en Pedrosa de Tobalina. Los alcaldes de los municipios afectados y más cercanos quieren más agentes de la Guardia Civil que hagan posible una mayor vigilancia en la comarca.
Desde el equipo de gobierno de la Merindad de Valdivielso admiten que atender la seguridad ciudadana «es complicado por dónde estamos», por la amplitud de una comarca como la provincia de Vizcaya con más de 400 núcleos de población. Pero consideran que «el golpe ha sido muy duro para las dos empresas afectadas en Valdivielso» y de ahí que vayan «a pedir más vigilancia y más patrullas, especialmente en zonas de paso como la del cruce de Valdenoceda con locales comerciales cercanos».
En el vecino municipio de Villarcayo, el alcalde Adrián Serna, ya mantuvo en noviembre una reunión con el subdelegado del gobierno, Pedro Luis de la Fuente, para expresarle la «preocupación ante la falta de efectivos fruto del último concurso de traslados». En la provincia han quedado sin cubrir 110 plazas y la Asociación Unificada de la Guardia Civil aseguraba a DB en octubre que una de las comarcas que más sufría esta carencia de agentes era Merindades. Por ello, Serna le trasladó al subdelegado «la necesidad de reforzar los efectivos en una comarca con la amplitud de la nuestra y con tantos núcleos de población dispersos».
Nuevo sargento. El subdelegado le trasmitió que se está reforzando a los cuarteles de la comarca con agentes de provincias cercanas y, de hecho, de Álava ya han trabajado en Las Merindades este otoño, como ha podido constatar también el alcalde del Valle de Tobalina, Jesús Ángel López de Mendoza. Asimismo, De la Fuente explicó al alcalde villarcayés que en el primer trimestre del año se celebrará un «concurso extraordinario para cubrir las vacantes del último concurso de traslados». Asimismo, Villarcayo podrá contar con un sargento después de que se haya habilitado una comisión de servicio para esta plaza, lo que a Serna le pareció una buena noticia, al dar «más estabilidad y jerarquía al puesto de Villarcayo». Este profesional aún no se ha incorporado.
En el Valle de Tobalina, López de Mendoza plantea que «se cubran todas las plazas vacantes para que los vecinos tengan más seguridad y se llegue a todas las zonas». En el cuartel de Quintana Martín Galíndez la mitad de las plazas están vacantes y, a pesar de los refuerzos llegados de Álava, el alcalde reclama que se complete la plantilla.
Solo el alcalde de Medina de Pomar, Isaac Angulo, se muestra más benévolo y defiende que la comarca «es una zona muy tranquila con uno de los índices de delincuencia más bajos de España y de Castilla y León». A ello añade que si «le gustaría que hubiera más agentes, pero a la vez -lamenta- a muchos vecinos les molestan los controles preventivos para interceptar a este tipo de bandas». En su opinión, «lo importante es que se vea a la Guardia Civil y que haya controles».