5:45 horas de la mañana. Todavía no ha terminado de amanecer. Adriana y Mari Cruz llegan a la vez a la puerta de las oficinas del Hereda San Pablo. No se atreven a decir quién de las dos es la primera, pero sí tienen claro que no se quedarán sin su entrada para ver en directo la Final Four de ascenso a la ACB. Tampoco Pedro ni Borja, que se ha presentado en cuanto ha salido de trabajar. Marina y su primo, Mario, han venido más equipados. Termo, galletas y una silla portátil para cada uno.
Con el transcurrir del tiempo, la cola se va haciendo cada vez más grande y da la vuelta a la esquina entre la avenida de la Paz y la calle Guardia Civil. Algunos charlan, otros revisan el móvil y hasta les hay que se sientan en su silla de playa a leer Diario de Burgos recién salido del horno. Casi como si estuvieran mirando al mar. Toda espera merece la pena porque serán unos de los alrededor de 6.000 burgaleses que teñirán de azul las gradas del Coliseum el próximo fin de semana.
(Más información sobre este tema y la opinión de varios jugadores, en la edición impresa de este martes de Diario de Burgos)