La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) revisa los puntos de la cuenca en los que puede haber o han existido riadas, con el fin de mejorar la coordinación y estar en alerta. Miranda está dentro de su listado de Áreas con Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI), con cuyo análisis el organismo regulador cumple la directiva europea en esta materia. Como aspecto a valorar en ese estudio, se tiene en cuenta el posible impacto del cambio climático.Esos efectos en la zona de la ciudad pueden traducirse en un incremento «de entre el 10 y el 20%» en los caudales máximos manifiestan en esta entidad.
Esto significa que las crecidas del futuro pueden alcanzar cotas más altas que las registradas hasta ahora. En la CHE indican que estas cifras las han evaluado en base a los datos aportados por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), un organismo cuyos evaluaciones tienen impacto en la ingeniería civil, la edificación y el medioambiente. En otros ARPSI de la provincia analizados por la CHE, también se incluye el factor del cambio climático, de manera que para el tramo controlado de Merindad de Valdivielso la incidencia en el caudal alcanza el 50%. La Confederación tiene señalada otro punto en Frías, donde el incremento máximo coincide con el de Miranda.
Más allá de este aspecto, en la CHE han actualizado las áreas en riesgo para darlas por definitivas. En el caso de la ciudad, en este último análisis se han añadido los datos de tres eventos significativos: las avenidas registradas el diciembre de 2019, en noviembre de 2021 y febrero de 2024. En la entidad reconocen que no hay cambios respecto al periodo anterior (2012 a 2018) cuando en la ciudad analizaron nueve crecidas extraordinarias. Fruto de aquel repaso, el ARPSI de Miranda amplió de tres a quince kilómetros sus dimensiones, ya que por ejemplo se añadió al río Bayas y los efectos que podía causar su desembocadura, ya que las aguas acaban en el Ebro en la parte trasera del Polideportivo.
Sobre el repaso sin cambios, la Confederación apunta que una de las claves está en el uso del suelo, ya que «no se ha construido nada nuevo susceptible de inundarse, por lo que el municipio ha actuado de una manera correcta», afirman en el organismo regulador, donde ponen el acento en las precauciones a la hora de edificar.