Los dos institutos públicos de Miranda acumulan varios años con una queja común: la masificación. El 13 de septiembre, las clases de secundaria comenzaban en la cuidad con 1.594 alumnos, repartidos entre los 733 matriculados en el IES Montes Obarenes y los 861 del Fray Pedro de Urbina. Dos meses después, esas cifras han aumentado en medio centenar de alumnos, repartidos prácticamente por igual y el problema de saturación que ya denunciaban ha empeorado aún más. Desde los equipos directivos indican que hay cursos completos y se quejan de la falta de espacio que padecen, algo que obliga al Fray Pedro de Urbina a habilitar varias clases teóricas cuando pueden en su gimnasio, «porque no tenemos más sitios», lamentan.
Desde este centro, explican que a estas alturas suman 887 estudiantes, tras los 26 incorporados en estos dos meses. «Podían ser más, porque unos pocos se han dado de baja, aunque también tenemos alguna matrícula pendiente a falta de oficializar», aclaran. Todo esto agrava la necesidad de aulas con la que conviven desde hace varios años, por lo que en el espacio destinado a la actividad física, «hemos colocado un panel digital para poder utilizarlo e incluso poder meter dos grupos a la vez», e impartir clases de algunas asignaturas en las que hacen falta desdobles.
Por este motivo, en el IES Fray Pedro de Urbina invitan «a cualquiera a que visite el instituto, para que conozca la situación», que lleva por ejemplo a mover las clases del grado medio y el superior de Formación Profesional al horario de tarde, «porque no tenemos aulas», zanjan, con el anhelo de que la administración regional dé el paso para construir un tercer instituto público, algo que por el momento está descartado.
En el IES Montes Obarenes registran a estas alturas a 757 alumnos, tras las 24 matriculaciones extraordinarias. También sufren la falta de espacio y no han tenido que habilitar su gimnasio, pero lamentan que «tenemos clases específicas de pintura o de dibujo equipadas para ese fin, pero que tenemos que reutilizar como aulas ordinarias», e indican que «año tras año intentamos recuperarlas, pero nos es imposible por los desdobles o los apoyos que se necesitan», apuntan. Además, añaden que hay algunas optativas «como las tecnológicas», en las que no pueden aceptar a nadie «porque ya no disponemos de más equipos».
Lo peor «es que esperamos seguir matriculando más gente», indican desde los dos institutos, con una fecha clave: enero de 2025. En ese momento, el curso escolar en Latinoamérica concluye «y se producen las reagrupaciones familiares», aunque a partir de ese momento el goteo que registran en sus ventanillas de acceso se reduce.
Sin plazas. En ambos institutos, indican que la mayoría de los alumnos que se incorporan con las clases avanzadas pertenecen a la Educación Secundaria Obligatoria. De hecho, en el IES Montes Obarenes los 24 estudiantes incorporados en el periodo extraordinario lo han hecho en la ESO. En Fray Pedro reconocen que han contabilizado algún caso en Bachillerato. De todas formas, los dos centros mencionan algún curso del primer nivel de secundaria completo.
En este sentido, en el Montes Obarenes se han quedado sin plazas tanto en tercero como en cuarto de la ESO, donde partían con cinco grupos. En segundo «ya vamos más al límite de capacidad», y en primero disponen de huecos, porque aglutinan más líneas, con siete asignadas al centro.El hecho de que los primeros cursos tengan más alumnos que los últimos, hace que según promocionen, el instituto debe de buscar más espacios que no tienen.
Respecto al Fray Pedro de Urbina, la situación no cambia mucho «ya que primero y cuarto de la ESO lo tenemos completo», puntualizan en su equipo directivo. Por este motivo, el principal problema estaría en este último curso, aunque hay que tener en cuenta que en la ciudad existen dos centros concertados que ofrecen más plazas.