300 días después

Á.O. / Burgos
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Valentín Bustos se rompió el cruzado de su rodilla derecha en enero. Volvió a jugar hace una semana con el Recoletas Burgos Caja Rural, que confía en recuperar su mejor versión

Valentín Bustos era uno de los hombres más importantes de la plantilla gualdinegra hasta que se produjo su lesión. El objetivo no es otro que recuperar ese estatus. - Foto: Luis López Araico

Valentín Bustos nunca había estado más de dos semanas fuera de la competición por problemas físicos. Las lesiones siempre lo habían respetado hasta el pasado 21 de enero. Aquel día se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Una de las lesiones más complicadas en el mundo del deporte y que le obligó a perderse el ilusionante final del pasado curso, así como a ausentarse en el comienzo del actual. Pero por fin ha regresado. El tercera línea argentino ya tuvo minutos hace una semana y media en el partido de Copa del Rey en Ordizia y espera ir poco a poco hasta encontrar su mejor versión. Esa que le llevó a ser un jugador diferencial y clave en el esquema del Recoletas Burgos Caja Rural, que sabe que puede ser el mejor de los fichajes. 

«Ha sido muy largo», reconoce el propio Bustos después de otro entrenamiento que ya completa con normalidad desde hace dos meses. «Primero fueron 20 minutos, veremos si el próximo día son 40. Yo creo que estoy al cien por cien, pero tiene que ser progresivo para que no ocurra otra desgracia. Los entrenadores saben de esto, han vivido ya muchas», avanza el jugador de 24 años, que ante el Ordizia sintió «un poco de nervios y emociones cruzadas porque es la lesión más dura que hay en el deporte. Son diez meses y antes de volver te preguntas si estás totalmente preparado o no. Se te viene la duda, la cabeza te juega un poco en contra, pero la realidad es que estás bien por el trabajo de Jorge (preparador físico) y Nacho (fisioterapeuta). También de Jacobo (médico)», nombra un Bustos que fue operado por este último apenas cinco días después de la lesión.

«La sensación en el momento es que la rodilla se va a un lugar que nunca fue y ya piensas que algo está mal. La cabeza se te va a que no se rompió y que no hará falta operar, pero luego con la resonancia te das cuenta de que está mal. Afrontar eso, darte cuenta de que no vas a jugar esa temporada es duro», confiesa Bustos, que recuerda que «ya sabíamos que estábamos en la final de la Copa del Rey» y que tampoco pudo participar en la de División de Honor, ni en la de la Supercopa de España. «Me encantaría poder vivir esos momentos, pero ya dentro del campo. Es lo que pensé durante todos estos meses entrenando. Tengo muchas ganas. Estoy intentando plasmarlo en el campo, pero a veces también es difícil hacerlo al haber estado diez meses inactivo. Es como aprender a caminar de nuevo», ejemplifica el argentino, que sabe que ya están eliminados de la Copa del Rey, «pero esto es largo y queda la liga».

Cuando conoció que estaría fuera casi un año se le pasó de todo por la cabeza. «¿Qué haré el año que viene? Capaz que no me quieran ya. Es tu peor momento, pero el club se portó muy bien. Me dio todo. Me dijo que estuviera tranquilo y que me preparara para volver. Ya al día siguiente me dijo que me quedase, que me iban a recuperar. Eso te tranquiliza mucho», reconoce un jugador que había llegado a Burgos en 2021 y cuya evolución ya había llamado la atención de algún que otro equipo extranjero.

Valentín Bustos era crucial en el Recoletas Burgos Caja Rural y debe volver a serlo. Después de más de 300 días lesionado está de vuelta.Quiere volver a ser el que era.