De haberse convertido en realidad, el Burgos soñado con más o menos fuerza en algún momento de la historia reciente habría cambiado por completo la imagen, las comunicaciones, el ocio y las costumbres de la ciudad. Sin embargo, son muchos los proyectos que se quedaron en el limbo de las ideas y que, salvo en algún caso concreto aún recuperable, se los llevó el viento.

Algunas propuestas surgieron de técnicos de la Universidad de Burgos, otras fueron planteamientos políticos firmes que perdieron fuelle a golpe de realidad y de crisis económicas. También hubo intentos por convertir la necesidad en virtud y, como puede suponerse, hay simples promesas que ya nacieron sin recorrido alguno.

Ya se sabe que del dicho al hecho va a un trecho. En ocasiones, no hay margen para desarrollar un megaproyecto, en otras no hay consenso y puede que los plazos se eternicen a la espera del momento oportuno. El caso es que Burgos ha perdido más de un tranvía importante y ha dejado pasar algún tren que no llevaba a buen destino. 

En el 2004, el Ayuntamiento buscó por activa y por pasiva la fórmula para financiar el Pabellón Arena en Las Tejeras. De los 40 millones se pasó a los 20 de la idea planteada en la plaza de toros, finalmente cubierta.

METROBUR
Un equipo de la Universidad de Burgos presentó en 2009 el plan bautizado como MetroBur, un transporte soterrado lineal de 7 kilómetros de recorrido y más de 90 millones de euros de presupuesto estimado que habría unido el barrio de Gamonal desde la iglesia Real y Antigua con la UBU a través de 12 paradas. 

El planteamiento se basaba en un tranvía subterráneo de una profundidad de 5 metros capaz de convivir con el tráfico rodado y los peatones. El estudio, descartado desde el primer momento, destacaba que el tiempo estimado entre estaciones era de 60 segundos para completar el recorrido en 11 minutos.

TRANVÍA DEL BULEVAR
El desarrollo del tranvía del Bulevar ganó la partida al MetroBur, pero tampoco ha visto la luz a pesar de contar con la preinstalación de la plataforma en varios tramos de un corredor aún incompleto. Aquella apuesta que debía poner la guinda al plan de Herzog y De Meuron habría necesitado una partida que rondaba los 120 millones de euros para coser 12 kilómetros de trazado.

El metro fue una idea de un equipo de la Universidad de Burgos, cuyo planteamiento original era más barato y más rápido que el tranvía planteado en el bulevar. No tuvo apoyo institucional y el plan acabó en un cajón.

Hoy, Burgos sigue sin tranvía ni MetroBur y asume que esa alternativa de transporte público seguirá en el fondo de un cajón. Y eso que ya se había elegido el modelo a implantar. Hoy, ese espacio lo ocupa el autobús municipal.

TÚNELES EN LA CAMPOSA Y EN EL MEH
No hace tanto, en 2019 y 2020, surgieron sendas ideas políticas para crear túneles destinados a favorecer las conexiones de la ciudad. Primero fue el exalcalde Javier Lacalle quien defendió la posibilidad de hacer un paso subterráneo en La Camposa hasta la rotonda del cementerio tras rescatar una de las alternativas planteadas ya en 2011 y descartar la unión de Francisco Salinas con la calle Corazas hasta San Esteban. El regidor aseguró que era una idea «muy estudiada» y el vial tendría una capacidad para 10.000 coches diarios.

Aquello tampoco pasó de ahí, si bien el debate tuvo más recorrido que la propuesta realizada poco después por Vicente Marañón (CS). El entonces vicealcalde planteó el soterramiento de la N-120 a su paso por el comienzo del paseo Sierra de Atapuerca para facilitar la conexión este-oeste de la ciudad. Una idea que ya fue un compromiso electoral de Juan Carlos Aparicio en el año 2007.

Hubo un momento en el que el Consistorio estuvo decidido a realizar una nueva conexión que uniera la Camposa con el cementerio a través de un túnel de 449 metros de longitud y dos carriles.

Por cierto, la propuesta de Marañón pertenecía al planteamiento inicial de Burgos Río con la construcción de un ascensor acristalado de unos 30 metros de altura a imagen del de Olso y una noria que tomara como referencia la de París o Londres. Dos semanas más tarde todo aquello ya era papel mojado.

BULEVAR DE GAMONAL
Era la apuesta estrella del primer mandato de Javier Lacalle, pero la reacción popular obligó a parar las obras del bulevar de Gamonal. El proyecto aprobado y diseñado por un Gobierno municipal con mayoría absoluta tenía prevista una inversión de 8,6 millones de euros y un plazo de ejecución de 16 meses. Según entraron las máquinas en la calle Vitoria en enero de 2014, las protestas quedaron ensombrecidas por los disturbios y el clima insostenible obligó al Ayuntamiento a enterrar su plan. El PSOE buscó el consenso en el pasado mandato para rediseñar esta idea y el actual equipo de Gobierno ya ha anunciado que solo actuará si el barrio lo demanda de forma expresa.

PABELLÓN ARENA
Antes de los quebraderos de cabeza que provocaron al Ayuntamiento los tres ascensos deportivos consecutivos del Autocid Ford, la administración ya había dado muchas vueltas a la construcción de un polideportivo moderno y versátil. Javier Lacalle planteó el Burgos Arena a levantar en el solar de la plaza de toros (ahora Coliseum) por «menos de 20 millones de euros», pero ya en 2004 hubo un anteproyecto para construir un recinto en Las Tejeras por 40 millones.

Se barajaron varias opciones para reconvertir la vieja estación de tren en un museo, pero aquello no cuajó.

Después de un lustro de estudios y de numerosas modificaciones, el Ayuntamiento fue incapaz de encontrar financiación y los 22.700 metros cuadrados útiles de superficie con espacios reservados para zonas comerciales y de hostelería se quedaron sin su pabellón. Años después se optó por cubrir la vieja plaza de toros.

NUEVO CAMPO DE FÚTBOL

El destino del estadio de fútbol también fue objeto de debate en numerosas ocasiones. Ya durante el mandato de Ángel Olivares (1999-2003) se planteó una cuestión en la que incidieron los arquitectos suizos Herzog y De Meuron en 2005 en su Master Plan. El propio Olivares insistió en construir un nuevo campo de fútbol en la campaña electoral de 2007 y, en su momento, sobre la mesa estuvo la opción de llevarlo a Villatoro. Ahora queda pendiente la construcción de la nueva Tribuna de El Plantío para completar la mejora por fases iniciada en 2018.

PISTA DE HIELO EN SAN CRISTÓBAL
Otra dotación que busca una solución desde hace más de 15 años es el velódromo de San Cristóbal. En 2007 se proyectó allí una pista de hielo permanente, pero el entendimiento entre los vecinos y el Ayuntamiento no sirvió para dar forma a una idea que quedó congelada. El Ejecutivo actual plantea una zona reservada a deportes de exterior.

'TELEFÉRICO' DEL CASTILLO
El Área de Rehabilitación Integral del Centro Histórico finalizado en 2011 animó a Javier Lacalle a instalar un 'teleférico' que habría unido San Esteban con el Castillo, un transporte pionero que estaba en el programa electoral del PP y que el entonces alcalde garantizó cuando 'solo' quedaba por definir su ubicación. «Lo vamos a hacer», subrayó.

EXPANSIÓN DE LA UBU
La Sociedad de Gestión de Infraestructuras de la Universidad de Burgos (Sogiubu), creada para desarrollar urbanísticamente el polígono de la Avenida de Cantabria, determinó en 2006 que la institución académica debía invertir casi 70 millones de euros en la creación de un campus único en La Milanera. Además de facultades, la zona contaría con espacios deportivos y apartamentos de alquiler, mientras que el solar de avenida de Cantabria albergaría bloques de hasta 14 pisos tras obtener 42 millones de euros en la venta de suelo. Dos años más tarde, el rector -Alfonso Murillo- reconoció que la situación económica solo permitiría el desarrollo de una parte del 'megaproyecto' y en 2009 una sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León anuló la ficha urbanística del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y el estudio de detalle. La UBU se asumió la necesidad de adaptar su idea, pero tres lustros después no se ha planteado una alternativa. 

MUSEO DE LA HISTORIA DE ESPAÑA
Desde su rehabilitación tras una altísima inversión económica (alrededor de 3 millones de euros, en su mayoría procedentes de fondos europeos) se buscó una salida para la antigua estación de ferrocarril. Se habló de algo similar a una 'Ciudad de las Artes', pero también de un Museo de la Historia de España, o del folclore, o del Camino de Santiago, o del patrimonio industrial. Después de tanto debate, el edificio fue inaugurado en marzo de 2017 como centro de ocio infantil y juvenil.

AMPLIACIÓN DEL MUSEO
El tiempo dirá si la ampliación del Museo de Burgos será una realidad en un futuro que hoy se presenta muy lejano. De momento, se ha convertido en otro proyecto gafado que lleva años en el cajón de las administraciones públicas. El inmueble es de titularidad estatal, pero la Junta de Castilla y León decidió colaborar en la mejora de sus instalaciones y sufragó la redacción de un plan director para actuar en varias fases. Posteriormente, convocó un concurso para diseñar el edificio de nueva construcción en la Casa Melgosa y la Comisión de Licencias del Ayuntamiento dio luz verde al mismo en marzo de 2020 con unas sugerencias incluidas posteriormente. Recibido el visto bueno con la licencia para ejecutar las obras, el Servicio Territorial de Cultura y Turismo de la Junta presentó en diciembre de 2022 un escrito renunciando a la licencia debido a que no hay intención de acometer los trabajos.

CENTRO INTERNACIONAL DE LA VIDRIERA
La propuesta para construir el Centro Internacional de la Vidriera Española en el Bulevar entró por la puerta grande en 2018. La idea recibió el visto bueno de los grupos políticos y el entonces portavoz del grupo socialista, Daniel de la Rosa, propuso que se analizara la posible adquisición al Consorcio de la parcela situada junto a la vieja estación de tren, en el corazón del bulevar. Considerada una idea «magnífica», por el momento no se ha desarrollado.

COMPLEJO DEPORTIVO EL SILO
El 'Talamillo de Capiscol' tampoco completó los pasos necesarios para convertirse en realidad y se quedó fuera del plan de mejora y ampliación de la red de servicios deportivos impulsado en el año 2015. El campo de rugby de San Amaro o la ampliación de la oferta del Esther San Miguel se beneficiaron de esta medida, pero El Silo no tuvo la fortuna de disfrutar de un nuevo complejo que replicara el modelo del referente del G-3, de titularidad municipal y gestión privada. Se anunciaron contactos avanzados con diferentes empresas, pero tras reconocer las dificultades encontradas nunca más se supo del centro deportivo.