El centro de divulgación de aves, ubicado en el parque del Castillo, abrió sus puertas en 2001 para acoger animales que ya no pudieran vivir en la naturaleza y servir de recurso didáctico para la población escolar y visitantes. Con el paso del tiempo, sus instalaciones se quedaron pequeñas y obsoletas, pero el anterior equipo de Gobierno (PSOE y Cs) decidió llevar a cabo una inversión de 1,3 millones para convertirlo en un espacio de referencia con el que potenciar y exponer el patrimonio natural con el que cuenta la ciudad y la provincia de Burgos. De hecho, ha pasado a llamarse centro de biodiversidad. Las obras están terminadas desde el año pasado e instalado el contenido audiovisual pero no se han podido abrir por falta de personal.
Esta situación se paliará en los próximos meses cuando se contrate a una empresa externa para su gestión.Además, el ejecutivo actual (PP y Vox) ha tomado la decisión de que la entrada sea gratuita. La Junta de Gobierno Local aprobará en su reunión de hoy el pliego de condiciones para su mantenimiento y atención al público por un importe de 1.088.000 euros (217.600 euros al año) y un periodo de 5 años. El objetivo es publicar el contrato de servicios en el perfil del contratante a mediados de este mes con el objetivo de que pueda estar resuelto antes de fin de año.
El concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, no descarta que el centro pueda abrirse con el inicio del curso escolar para estudiantes y grupos mediante un contrato menor mientras se resuelve el definitivo. «El contrato menor se sacará cuando se conozcan las ofertas presentadas y se sepa más o menos cuando se realizará la adjudicación, dado que no puede haber un periodo vacío de gestión al tener que cuidar a los animales».
Y es que la segunda parte será solicitar a la Junta de Castilla y León las aves que estaban en el centro antes de su reforma y que se encuentran en el centro de recuperación y otras que no se pueden devolver a la naturaleza. Al tiempo que tarden en responder deberán añadirse dos meses que son los que necesitan estos animales para adaptarse a los nuevos jaulones y las visitas del público.
En la reforma, que supuso una inversión de 1,3 millones de euros, se ha conservado el edificio aunque se ha cambiado la cubierta, la distribución de espacios expositivos y el aula didáctica, que incorporará una biblioteca. El estanque situado en el patio se mantiene aunque con una dimensión mayor. A los patos que hacían uso del mismo se añadió un espacio para los anfibios y se plantó nueva vegetación alrededor para recrear ecosistemas naturales. Paralelamente, se ha diseñado una turbera que albergará un hotel para insectos.
Superado el estanque se llega a los jaulones antiguos en cuyo interior había aves rapaces, que seguirán siendo los grandes protagonistas de este espacio. A partir de la puerta que da acceso al exterior será donde comience la zona de ampliación que se resuelve a través de un 'muro perimetral' que los autores del proyecto quisieron que recuerde a las secciones edafológicas de un terreno. En este espacio hay otros cuatro jaulones para rapaces o aves que no pueden convivir con otras y después se dispondrá un aviario en el que habrá especies autóctonas (perdices, codornices...).
El visitante accederá mediante unas rampas que tendrán su continuidad en una pasarela sobre el estanque, de modo que se podrán observar a los animales desde arriba y también el estanque. Además, servirá como mirador hacia el exterior y se podrán ver los árboles del Castillo. La información se completa con audiovisuales con el objetivo de que sea un recurso turísitico.