La calma, que hay quien define como «apatía» o «inercia», parece haberse instalado en la Universidad de Burgos, cuyo personal docente e investigador (PDI) está más pendiente del final de curso que de los comicios al Rectorado. El actual responsable académico, Manuel Pérez Mateos, no ha avanzado una fecha concreta, limitándose a afirmar que el proceso comenzará en las postrimerías de este 2024 y sin descartar que se pueda ir a principios del próximo ejercicio. En este momento, tan solo suena un nombre con fuerza de cara a la carrera electoral, el de José Miguel García, vicerrector de Investigación, aunque no faltan rumores y el convencimiento de que la maquinaria se activará tras la vuelta del verano.
Preguntado por esta cuestión, García no descarta presentarse al proceso, si bien matiza que «aún no he tomado la decisión». En los corrillos, la figura de este científico es la que más se comenta como sucesor de Pérez Mateos, aunque también aparecen otras como las de Santiago Bello, decano Derecho, que, precisamente acaba su mandato a finales de este ejercicio tras 8 años en el cargo. «No lo tengo decidido, ni tan siquiera lo he pensado», comenta a este periódico confirmando de igual modo formar parte de esos rumores del campus, entre los que también figura la catedrática Carolina Blasco, candidata a la Alcaldía por Decide Burgos en las elecciones locales y exportavoz municipal del PP. «No tengo nada que decir al respecto», afirma.
La falta de ambiente electoral es la tónica en un momento en que los nombres de posibles candidatos salen en ocasiones de un lenguaje fruto de la interpretación de gestos públicos. Una situación que contrasta con la de hace cuatro años, cuando las espadas estaban en alto entre el actual máximo responsable académico y su rival, además de excompañero de equipo de Gobierno, Juan Manuel Manso.
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