Deniegan que los padres 'paguen' por el crimen del celador

F.L.D. / Burgos
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La familia de la víctima pidió que los progenitores de los acusados se hicieran cargo de los 180.000 euros que solicitan en caso de resultar condenados

El suceso ocurrió el 18 de junio de 2022. - Foto: Alberto Rodrigo

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Burgos ha dictado auto de hechos justiciables sobre el crimen de la calle Vitoria en el que Juan Cruz B.M., celador del HUBU de 50 años, murió a causa de una paliza. En él, fija la fecha de comienzo del juicio para el 17 de junio y resuelve algunas de las cuestiones planteadas por las partes. Además de mantener la prisión provisional sin fianza para los dos acusados, V.E.A. y A.A.O., deniega la pretensión de la acusación particular de que sean sus progenitores los que asuman la indemnización, que cifra en unos 180.000 euros, en caso de resultar condenados. 

El abogado de la familia de la víctima solicitó que la responsabilidad civil subsidiaria recayese en los padres de los dos procesados. Es decir, que en caso de que resultasen condenados, fueran los progenitores los que tuvieran que pagar las indemnizaciones pertinentes. Sin embargo, el magistrado que presidirá la sala a mediados de junio recuerda que ambos son mayores de edad y, por tanto, «no tienen dependencia de sus padres». Además, recalca que dicha petición no se recogió en el auto de apertura de juicio oral. 

Cabe recordar que será un jurado popular quien decida sobre la culpabilidad de V.E.A. y A.A.O. en los hechos ocurridos el 18 de junio de 2022. La Fiscalía y la acusación particular califican los hechos de asesinato con agravante de disfraz (por ocultarse con sus capuchas para cometer la agresión) y piden hasta 25 años de prisión. Según recogen en sus respectivos escritos, los dos procesados, de común acuerdo «en virtud de un plan preconcebido» y con el ánimo de acabar con la vida de la víctima, o al menos contemplando dicha posibilidad, abordaron a la víctima y comenzaron a golpearle brutalmente en la cabeza.

La agresión provocó que el celador del HUBU se golpeara la parte de atrás de la cabeza contra el banco de hormigón, sin que en ningún momento pudiera responder a la agresión debido al grado de intoxicación etílica que presentaba (2,87 gramos de alcohol por litro de sangre). Tras quedar tendido en el suelo, los acusados huyeron del lugar. Juan Cruz falleció allí mismo por una hemorragia intracraneal e intramedular y por un politraumatismo cérvico-facial. Estaba soltero y en el momento de su fallecimiento vivía con sus padres. Tenía, además, un hermano.

Las defensas no niegan la agresión ni el agravante de disfraz, pero entienden que concurre la atenuante muy cualificada de embriaguez y también la de confesión. Califican los hechos de homicidio imprudente. Cuando se celebre el juicio habrán cumplido ya dos años en prisión provisional.