Niegan los permisos a los asesinos de Palazuelos de Villadiego

I.E. / Burgos
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Amordazaron y quemaron a Francisco Manzanal en 2011 para que les entregara un supuesto botín que guardaba en casa. Murió a los 7 meses como consecuencia de las heridas sufridas

El juicio se celebró en 2013 y fueron condenados a 140 años de prisión. - Foto: Luis López Araico

La Justicia y el propio centro penitenciario están empezando a negar permisos a los condenados por asesinar a Francisco Manzanal, vecino de Palazuelos de Villadiego a quien en noviembre de 2011 torturaron con el fin de que revelara donde guardaba el dinero, en la creencia de que ocultaba una 'fortuna' en su casa. Uno de ellos había trabajado como albañil en su domicilio y debió creer que así era. Pero no. Le maniataron, le quemaron, y todo para llevarse 10 euros en metálico y después robarle 600 euros de la cuenta en un cajero. En mayo de 2013 la Audiencia Provincial les condenó a 140 años de prisión.

Han transcurrido 13 años desde que ingresaron en la cárcel -porque fueron detenidos en diciembre de 2011 y el juzgado los mandó a prisión provisional- y ya están pidiendo permisos para salir. Pueden hacerlo, porque ya han cumplido más de un cuarto de la pena. Pero la junta de tratamiento del centro penitenciario ha dicho que no. En concreto a Romeo Anisim, el dueño del coche en el que los cuatro condenados viajaron desde Bilbao a Palazuelos de Villadiego para torturar al anciano. Hay que recordar que éste terminó muriendo siete meses después en el hospital San Juan de Dios a causa del síndrome de encamamiento que padeció a causa de las heridas que le infligieron -el 17% de su cuerpo se lo quemaron con una plancha.

El juzgado de vigilancia penitenciaria advierte de que este hombre cumple una condena de 30 años por asesinato, «factor valorable en cuanto resulta revelador de la personalidad del mismo». Asimismo, avala el informe de la junta de tratamiento, que tiene en cuenta «la lejanía del cumplimiento de los tres cuartos de la condena y la falta objetiva de suficientes garantías de hacer buen uso del permiso». En este sentido afirma que «existe un 80% de riesgo de quebrantamiento».

La junta de tratamiento avisa de que existe un 80% de riesgo de quebrantamiento


Laurentiu I., Romeo A., Calin F. y Eugen I. viajaron desde Vizcaya a Palazuelos de Villadiego el día 14 de noviembre de 2011 en la creencia de que Francisco Manzanal guardaba en su casa una importante suma de dinero por la venta de unas tierras. Sabían de sus costumbres, pues Laurentiu I. había trabajado en el pueblo durante el verano en una obra de construcción y conocían, por tanto, que por la mañana el anciano se ausentaba de casa para acudir al mercadillo de Villadiego.

A través de una ventana que comunica con la parte superior de la vivienda se colaron en ella, registraron cada habitación, pero no encontraron lo que buscaban. Decidieron quedarse en la localidad para esperarle. Entretanto, se 'entretuvieron' asaltando la casa deshabitada de una vecina de la calle Santa Eulalia, de la que se llevaron numerosos efectos.

A las 23,30 volvieron a la carga. Llamaron a la puerta de la casa de Francisco Manzanal -uno de ellos blandía una espada toledana que sustrajo en la otra vivienda-. El hombre, que estaba acostado, abrió la puerta y, en ese momento, los cuatro delincuentes entraron, le pegaron un empujón y cayó al suelo. Lo arrastraron a la sala de estar y lo ataron con cinta adhesiva para que no pudiera moverse.

Le preguntaron dónde estaba el dinero, pero él solo pudo decirles que en casa tenía 10 euros, el resto se encontraba depositado en el banco. No le creyeron, así que comenzaron con las patadas y los puñetazos. Uno de ellos enchufó la plancha y le quemó en la espalda, el sacro, el pene, los glúteos, el escroto, los muslos, el abdomen, los pies, las manos y los antebrazos. Mientras tanto algunos de los asaltantes se apoderaron de la llave de la iglesia del pueblo. No robaron nada, pero causaron daños en una de las policromías situadas bajo el altar mayor. Tras horas de tortura y sufrimiento del anciano se marcharon con su cartilla bancaria y su tarjeta. El anciano no tuvo más remedio que darles el número PIN.

Los condenados le quemaron el 17% del cuerpo con una plancha, además de golpearle


Los ladrones viajaron hacia sus localidades de residencia, Igorre, Arrigorriaga y Galdácano. El mismo día 15 sacaron 600 euros de un cajero e intentaron lo propio en otro, pero no pudieron. Al observar este movimiento extraño en su cuenta, la empleada de la caja de ahorros telefoneó a Francisco, pero no obtuvo respuesta. Llamó preocupada a la casa de una mujer de Rioparaíso, municipio próximo a Palazuelos. Un hijo de esta señora acudía a Palazuelos después de comer y se encontró al hombre en el suelo, con la cara hecha una postilla y todavía amordazado. Diecisiete horas pasó en ese estado antes de ser hallado.

Francisco Manzanal fue ingresado en primera instancia en el hospital Río Hortega de Valladolid,  en la Unidad de Quemados. Después sería trasladado al Yagüe y, más tarde, al San Juan de Dios. Permaneció en la planta de Patologías Crónicas hasta que murió en julio del año 2012.