El plan para reducir los daños de las riadas en Miranda ha ido recibiendo multitud de propuestas de modificación desde que se diseñó el proyecto inicial por parte de la Junta. El propio Ayuntamiento había presentado alegaciones para pedir, entre otras cosas, que en el acceso al polígono de Ircio desde Bayas se elevara la rasante en lugar de colocar solo motas. También la administración municipal había solicitado, posteriormente, que los muros fijos y móviles en el Ebro a la altura del núcleo urbano se eliminaran de esta iniciativa. Al final, ha recibido una de cal y otra de arena.
Según transmiten desde el Consistorio, en la entrada del polígono de Ircio tan solo se instalarán unas motas a los lados de la carretera para contener el agua, tal y como figuraba en el planteamiento inicial. En cambio, los diques de hormigón junto a las riberas a su paso por Miranda no se ejecutarán, algo que reclamaba el Ayuntamiento para evitar tanto su impacto visual como las dificultades de mantenimiento que iba a provocar. El hecho de que la Junta haya aceptado excluir de la iniciativa estos elementos supondrá una reducción importante del presupuesto, ya que pasará de los 4,6 millones de euros iniciales a unos 2 millones.
Desde la administración local apuntan que la Consejería de Medioambiente, con la que ya han cerrado el acuerdo definitivo, asumirá un desembolso de 1,6 millones de euros, con cargo a los fondos europeos. Esa cuantía servirá para ejecutar las intervenciones en la entrada del polígono de Ircio, la elevación de la rasante en el cruce de las calles Arenal y Ronda del Ferrocarril, la creación de un pozo de bombeo en esa zona y otro en la ribera tras el puente de Hierro, la instalación de compuertas en los aliviaderos que impidan que el río entre hacia la ciudad por los desagües, la construcción tanto de un muro como de una mota en la zona de El Lago y, finalmente, otras actuaciones menores.
Por su parte, el Ayuntamiento adelanta que destinará al menos 320.000 euros para intervenciones añadidas que los servicios técnicos ya están estudiando. Todo ello servirá para que las futuras crecidas de los ríos Ebro, Bayas y Zadorra no tengan un impacto tan desastroso como el que se ha registrado en ocasiones anteriores, aunque no por ello evitará que puedan darse inundaciones. La alcaldesa de Miranda, Aitana Hernando, incide en esta cuestión, pues comenta que el proyecto«incluye muchos trabajos y actuaciones para minimizar los efectos de las riadas» pero«es preciso recordar que las crecidas se seguirán produciendo» aunque «estos sistemas nos ayudarán a protegernos mejor». En cualquier caso, la primera edil se muestra satisfecha con que el plan salga adelante, dado que fue una reclamación que ella misma planteó a la CHE en 2019.