Estos días, a falta de dos semanas exactas para que arranque una nueva edición de Sonorama Ribera, hay tres cosas que son las más buscadas en Aranda y comarca: Bonos para el festival, alojamiento durante esas jornadas y camareros para hacer frente a la avalancha de clientes que registran los bares y restaurantes. Y las tres cosas son casi igual de difíciles de encontrar, al menos con cierto grado de profesionalidad en el caso de los posibles empleados. Los hosteleros reconocen que este año está siendo más complicado encontrar personal de refuerzo para esos días.
Uno de los motivos que más repiten los responsables de establecimientos es la falta de candidatos aptos. «Personal hay, el problema es que no tienen papeles y que no hay profesionales, con esos no adelantamos nada porque si yo contrato a gente es para trabajar yo menos, pero si no son competentes te toca trabajar lo tuyo y lo de los demás», asegura Rodolfo Sancha, del Mesón El Pastor, que reconoce que en su local no van a ampliar los turnos de comida. «Nosotros no tenemos refuerzos, nos apañamos con los que somos, igual que cualquier fin de semana; llenamos todo el año y en Sonorama hay algo más, pero si trabajas a tope, no puedes trabajar más», apunta tajante.
Un aumento de turnos de comida que ve difícil poder repetir este año José María Rubio en su local. «Otros años dábamos dos o tres turnos y este año no sé si vamos a poder hacerlo», lamenta el responsable del asador Casa Jose María porque, insiste, «cuesta mucho encontrar extras porque no hay gente para trabajar (...)».
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