La Consejería de Sanidad está recordando estos días que los bebés nacidos a partir del 1 de abril de este año que todavía no hayan recibido la vacuna frente al virus causante de la mayoría de las bronquiolitis y de muchas neumonías (el virus respiratorio sincitial) están a tiempo de protegerse. En Burgos son pocos, porque la provincia lidera la campaña de inmunización en Castilla y León frente a este patógeno, con una cobertura del 91,2%, según datos oficiales. Sin embargo, la recomendación de Sacyl es que las familias de ese 8% restante pidan cita cuanto antes para proteger a los recién nacidos, porque sendas patologías son especialmente graves en los lactantes y, según información oficial publicada ayer, la incidencia de bronquitis y bronquiolitis ha empezado a incrementarse.
De hecho, los epidemiólogos de la Junta especifican en el último informe sobre infecciones respiratorias agudas -correspondiente a la semana pasada- que, «tanto en las muestras centinelas [tomadas en los centros de salud que conforman la red de vigilancia de las enfermedades clásicas del invierno] como en las hospitalarias [practicadas, casi siempre, a personas que acuden a Urgencias con síntomas compatibles] se aprecia un aumento en la circulación de virus respiratorio sincitial, sobre todo, en población infantil». Así, el 8,2% de las muestras tomadas y analizadas ha dado positivo en este virus, lo cual confirma la infección. Aún así, los epidemiólogos matizan que los datos de incidencia apuntan a una intensidad de contagios «baja».
En cualquier caso, el hecho de que la tasa de positivos en el principal causante de las bronquiolitis haya empezado a incrementarse encaja con el patrón habitual de los patógenos causantes de las enfermedades clásicas del invierno: primero las bronquiolitis en los niños y, luego, la gripe. A estas se añade la enfermedad del coronavirus SARS-CoV-2, la covid, cuyo comportamiento, a medida que pasa el tiempo, parece asemejarse más al de la gripe. Pero, en todo caso, la incidencia agrupada de todas ellas todavía está dentro de unos valores que no se consideran alarmantes: 567 casos por 100.000 habitantes, «nivel de intensidad bajo».
Las campañas de vacunación frente a los virus que provocan estas patologías empezaron al mismo tiempo, en octubre, priorizando siempre a las personas más vulnerables: personas que viven en residencias de ancianos o de otro tipo y niños de corta edad.
La bronquiolitis es una infección que provoca inflamación y congestión de las vías respiratorias. El contagio puede producirse a cualquier edad, pero mientras que lo normal es que en un adulto sin patologías de base curse sin complicaciones reseñables, en los niños tiende a agravarse cuanto más inmaduro es su aparato respiratorio. Y de ahí que se insista en la vacunación de los lactantes, porque son quienes mayor riesgo tienen de sufrir complicaciones severas.
Burgos ha respondido de forma masiva al llamamiento de las autoridades sanitarias y, a fecha del pasado 11 de noviembre, se habían administrado ya 1.134 profilaxis frente al virus respiratorio sincitial y, por tanto, frente a la bronquiolitis. Esta cifra equivale, siempre según información oficial, al 91,2% de los nacidos desde el 1 de abril, pero Sacyl insiste en el 8% restante y en la importancia de que se eviten riesgos en los más vulnerables.
La campaña de vacunación, en este caso, se organiza de una manera un poco distinta a la de la gripe y/o la covid. Es decir, se trata de proteger a los nacidos entre el 1 de abril del 2024 y el 31 de marzo del 2025, por lo que a las familias de quienes vieron la luz entre primeros de abril y el 30 de septiembre se les invita a pedir cita en el centro de salud para recibir la dosis -única-, mientras que si el nacimiento se produce a partir del 1 de octubre la protección se administra directamente en el hospital. Pero, en los casos en los que, porque no se ha querido [toda vacunación es voluntaria en España] o no se ha podido, las familias pueden pedir cita en el centro de salud para que el bebé esté protegido antes de la epidemia estacional.
Lo habitual es que se produzca en el último trimestre del año y, a juzgar por los datos oficiales, parece que en 2024 se va a cumplir con la tendencia.