Hace unos años todos los barrios contaban con negocios de toda índole en los bajos de los bloques de viviendas, pero hoy en día no hay más que darse un paseo por barriadas tradiciones o zonas en plena expansión para darse cuenta de que están vacíos o lucen un cartel de 'se vende' o 'se alquila'. En el caso de SanCristóbal predomina la primera situación. Hay un total de 36 locales en los bajos de los edificios remodelados gracias al Área de Regeneración Urbana (ARU) que son de titularidad municipal. Algunos se han cedido a asociaciones para que instalen allí su sede pero la mayoría no se utilizan para nada. Han sido vandalizados y tienen los cristales rotos y los tejados bajo los que se encuentran presentan humedades.
La alcaldesa, Cristina Ayala, y el concejal de Urbanismo, Juan Manuel Manso, han trasladado a representantes vecinales la posibilidad de darles una salida como viviendas destinadas a personas con movilidad reducida aprovechando que las obras de reurbanización del espacio público situado frente a ellos se está remodelando y eliminando las barreras arquitectónicas. Manso reconoció ayer esta posibilidad durante la visita que realizó a las obras aunque aseguró que, por ahora, se trata de una idea. «Pensamos que es una buena solución para el barrio pero tenemos que seguir concretando la idea», señaló.
Hace un mes arrancó la urbanización que afectará a las calles interiores, zonas verdes y soportales, que se confía pueda concluir en la primavera de 2025. La obra tenía que haber finalizado en mayo de 2023 al contar con financiación del ARU pero el anterior de Gobierno (PSOE y Ciudadanos) adjudicó los trabajos a Herrero Temiño pero dejó pendiente la dirección de obra. Esta situación hizo que el Ayuntamiento pidiera una ampliación del plazo hasta octubre pero tampoco pudo cumplirse y a punto ha estado de perder 600.000 euros de la ayuda de la Junta. La intermediación del nuevo equipo de Gobierno (PP y Vox) ante la administración regional ha logrado una nueva prórroga.
El coste de la actuación ronda los 1,15 millones y un plazo de ejecución de ocho meses y se centra en el cambio del pavimento de esta zona se encuentra literalmente machacado por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, además de tener numerosos escalones lo que supone una barrera arquitectónica para personas con discapacidad. También se están renovando las canalizaciones de saneamiento y se mejorará la zona en la que están ubicados los cenadores.
Paralelamente, el Ayuntamiento ha encargado la redacción del proyecto para la rehabilitación del antiguo cuartel de la Guardia Civil que se destinará a viviendas de alquiler para jóvenes. El proyecto del estudio vasco Gurea Arquitectura resultó adjudicatario del concurso y ha diseñado una rehabilitación basada en la accesibilidad y habitabilidad, rehabilitación energética, creación de un espacio comunitario, la distribución abierta en el interior y el respeto a la estructura y estética original. También plantea un ascensor en el edificio, usando el espacio del patio de luces para ello y la azotea del edificio se modificará para su conversión en una terraza comunitaria.