La lista de carencias en materia de nuevas tecnologías que arrastra el Ayuntamiento de Aranda de Duero tiende casi a infinito. Así lo constata el edil de esta área, Guillermo López, quien lamenta que los arquitectos trabajan con ordenadores de hace 15 años «con los que no pueden abrir ni el Plan General de Ordenación urbana»; hay empleados municipales que desarrollan su labor diaria con teléfonos de concha y se han desviado el número de trabajo a su móvil personal para poder recibir llamadas y luego llaman en modo oculto para evitar que salga su teléfono privado; otros tantos continúan sin un correo electrónico propio; tampoco hay wifi en las instalaciones municipales a excepción del Salón de Plenos y la Casa de los Fantasmas; y en los polideportivos se sigue anotando a mano el registro de entrada y salida. A ello se añade que no se utiliza la nube y que tampoco existe ningún sistema de comunicación interna. Además, el despliegue del contrato de telecomunicaciones suma un año de retraso.
Se firmó en 2022 y apenas se ha ejecutado al 50%. Esto implica que el Ayuntamiento está pagando facturas de unos 7.000 euros a Vodafone, la empresa adjudicataria, y a la vez otros cerca de 5.000 euros a Telefónica. Por si fuera poco, como añade López, algunas compañías han optado por entregar ordenadores a los técnicos municipales con los que trabajan codo con codo para que puedan analizar todos los documentos necesarios y así sacar adelante los proyectos sin problemas. Según el edil, «hasta ahora no se han priorizado inversiones en una actualización global de la tecnología del Ayuntamiento y hay dispositivos muy antiguos». De hecho, se da el caso de que varios empleados municipales continúan con ordenadores con un sistema operativo que salió al mercado en 2009 y que ya no tiene soporte. «Esto implica un grave problema de seguridad», agrega López, para acto seguido rematar:«El Ayuntamiento está en las cavernas en todo lo relativo a nuevas tecnologías».
El concejal reconoce que esta situación representa un reto para él y se marca como objetivo trabajar para que «Informática sea un pilar fundamental del Consistorio, con más trabajadores que ahora (dos funcionarios más otros dos temporales) y que pueda ayudar a transformar el Ayuntamiento y lograr una cultura de trabajo colaborativa, en la que saquemos provecho de las herramientas que llevan muchos años implementadas en la empresa privada». A su juicio, harían falta 10 empleados en Informática, sobre todo, porque «todo el trabajo se basa en la administración electrónica».
A la espera de acometer el despliegue definitivo del contrato de telecomunicaciones y poner wifi, por ejemplo, en la biblioteca municipal, López subraya que queda por implementar la gestión automática de multas o la conexión con el sistema de notificaciones de Correos, que hasta ahora se hace de manera manual.