Agosto vuela en los pueblos y se suele despedir con algunas tormentas, que además de contribuir a una buena temporada de setas reverdecen el peligro de otro invierno sin retejar la iglesia. Y nadie se quiere arriesgar, sobre todo si dispone ya del dinero para hacerlo, como les ocurre a las 52 localidades beneficiadas con las ayudas del convenio de las goteras 2023-24, 2,6 millones aportados por la Diputación y el Arzobispado. En esas parroquias, las campanas ya tocan a obras.
La resolución de la convocatoria bienal se aprobó tarde, a primeros de abril, y con un plazo teórico de menos de 6 meses para ejecutar y realizar las obras, inviables con la situación actual de falta de mano de obra y de empresas en el sector de la construcción y las reformas. Por ello, la Junta de Gobierno de la Diputación decidió ampliarlo hasta el 30 de abril de 2025.
Hasta ahora, han adjudicado las obras Fuentebureba y Villanueva de Teba, ambas a Garsan por 71.946,28 y 57.728,37 euros y Barruelo de Villadiego a Rilova, por 74.415 euros. En las últimas semanas varios ayuntamientos más han lanzado las licitaciones y sumados los 8 proyectos superan los 740.000 euros de inversión prevista o contratada, con una subvención máxima del 80%.
Citores del Páramo también fue de las primeras en publicar el pliego para una obra larga, 6 meses, y urgente en la Iglesia de San Millán. En una primera fase se desmontó el tejado y la estructura de madera apareció en tan mal estado que fue necesaria su demolición completa y la instalación de una nueva, realizada en madera de pino.Como urgía completar la obra «en el menor plazo posible de tiempo, con el fin de evitar posibles filtraciones de agua», reseña el proyecto, se licitó nada más publicarse en el Boletín la resolución de la convocatoria de ayudas. Sin embargo, todo se ha retrasado porque la Junta Vecinal ha tenido que resolver un recurso de unas de las empresas licitadoras antes de adjudicar la obra a Aibur por 99.970,2 euros.
También Castrillo de Murcia se dispone a afrontar la segunda fase de la rehabilitación de la iglesia parroquial de Santiago, de nuevo con la ayuda de la Diputación y elArzobispado, tras la fase acometida entre julio y noviembre de 2022. Ahora cuentan con casi 140.000 euros de presupuesto para actuar fundamentalmente en la bóveda que cubre el transepto sur, con patologías que podrían «llegar a comprometer la seguridad de las personas», ya que se encuentra sobre la entrada al templo. También se debe coser el contrafuerte de la fachada norte por el peligro de colapso sobre el cementerio y cambiar el tejado de las naves central y lateral sur y norte, la sacristía y la capilla.
Pendientes de adjudicar -según la plataforma de la Diputación- se encuentran también las obras en Arroyuelo (Trespaderne) que presenta un mal estado general y precisa de casi 100.000 euros para levantar y cambiar toda su cubierta y coser una grieta en la espadaña. De igual modo, en Rabé de las Calzadas 'estirarán' los 95.000 euros para completar el cambio de las cubiertas, sustituir la escalera de acceso al campanario y reparar el desprendimiento en un nervio de una de las bóvedas.
El último municipio en sacar las obras a licitación, esta misma semana, ha sido Vallejera, que cuenta con un presupuesto de 106.000 euros para la reparación de la cubierta del templo de San Juan Evangelista, un edificio románico de transición al gótico (s. XIII), con tres naves. La principal presenta un gran número de tejas rotas y desplazadas, lo que permite la entrada de agua, «con los consiguientes riesgos de humedades sobre el faldón y la estructura de madera, que actualmente se encuentra en buen estado», detallan los redactores del proyecto, que proponen un sistema de impermeabilización de la cubierta antes de la colocación de una nueva teja curva cerámica que similar a la actual, de tipo árabe.
Las empresas interesadas pueden presentar ofertas hasta el 26 de agosto. La adjudicataria tendrá dos meses para ejecutar la obra.