Miranda busca rebajar tensión con los afectados del cementerio

Ó.C. / Miranda de Ebro
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Los responsables municipales preparan la documentación solicitada por la plataforma. El colectivo lo ve como una buena noticia, pero avisa: «Estudiaremos toda la información antes de sentarnos a hablar»

Retiran los restos de ataúdes depositados a plena vista en un foso. - Foto: Ó.C.

El Ayuntamiento de Miranda de Ebro clausuró 592 panteones en el cementerio del Casco Viejo en mayo vía decreto. La medida pilló por sorpresa y levantó ampollas desde el primer momento, aunque la tensión lejos de desaparecer, va a más. Los afectados miran con decisión a los tribunales, incluso han mencionado la vía penal en algunos supuestos. Para rebajar la crispación, la administración local mueve ficha y ha trasladado la voluntad de diálogo con los perjudicados, a los que ha citado a una reunión. Lo ha hecho tras la última reclamación presentada por el colectivo hace menos de una semana, en la que demandaban entre otros aspectos una documentación que ya se prepara, según indica el concejal de Urbanismo Guillermo Ubieto. El tiempo para estudiar esa información marcará la fecha de la reunión, tal y como explica el portavoz, Miguel Martínez de Lecea. 

La llamada se ve como una buena noticia. Ese contacto surgió desde la Alcaldía, porque la máxima responsable municipal, Aitana Hernando, se ha implicado en el asunto. De todas formas, el afectado recuerda han demandado mucha documentación y «nos llevará tiempo», aunque puntualiza que «no sabemos muy bien lo que quieren hablar, pero lo que está claro es que lo que ha sucedido hasta ahora, no lo salva nadie». Eso implica que seguirán con sus pasos en los tribunales.

Pese al papel de la regidora, el edil de Urbanismo ha encabezado el asunto y se ha llevado la mayoría de las críticas del colectivo, en el que también han aclarado que no existe nada personal contra él. Ubieto recuerda que las puertas de su despacho siempre han estado abiertas, aunque desde la plataforma se considera que el que ha prohibido, y por lo tanto ha dado el primer paso, es el Consistorio. 

En el plano administrativo, el concejal indica que «hay muchos recursos presentados y aunque todos siguen una misma línea, hay puntos que son diferentes», por lo que no vale con una contestación y hay que atender cada uno de ellos. «Por eso, se está tardando más y no hay ninguna directriz política para que esto se haga lento», sostiene el representante de IU-Podemos, en una proceso que arrancó a mediados de octubre para cerrar la vía administrativa antes de los tribunales.

Dentro de las reclamaciones, el edil admite que se demanda mucha información, aunque no todos los documentos que se solicitan se podrán entregar. En este sentido, el secretario municipal debe autorizar esas aportaciones, aunque en ningún caso «existe una voluntad de ocultar». De hecho, Ubieto recuerda que «en la rueda de prensa que di sobre la clausura, enseñé los informes», para demostrar que la Inspección de Trabajo exigía el cierre de estos 592 panteones por una cuestión de prevención de riesgos laborales.

En el último escrito, la plataforma también demandaba explicaciones sobre un entierro realizado hace semanas en un punto supuestamente clausurado. Por parte de los responsables municipales, aún no hay una respuesta clara en este asunto, aunque se indica que deben ser los técnicos los que aporten una valoración, que en estos momentos aún no se tiene. 

Como tercera reivindicación, exigían que Ubieto demostrara o se retractara sobre ciertas afirmaciones expresadas a través de este medio, como un posible «acoso y derribo contra mi persona». El segundo teniente de alcalde no considera que deba rectificar nada, aunque la otra parte advirtió de que «tomaremos las acciones legales pertinentes».

En esa futura reunión, al margen de la documentación que justifica la medida, la explicación sobre el entierro o el choque con Ubieto, también se tendrá que aclarar otros aspectos denunciados por el colectivo. Uno de ellos tiene que ver con los 176 panteones del cementerio de Bardauri que, según los afectados, disponen de un sistema de enterramiento idéntico a los clausurados.