La Fiscalía de Álava ha pedido 25 años de cárcel para Agustín Herrero Bedoya, acusado de matar a su mujer en el domicilio familiar del municipio de Lantarón en octubre de 2017, un caso que será juzgado a partir del 30 de noviembre en un juicio con jurado en la Audiencia alavesa.
Se trata del primer juicio con jurado que se va a celebrar en Álava durante la pandemia de coronavirus, tal y como han indicado a Efe fuentes de este tribunal, que han explicado que el pasado 28 de septiembre se llevó a cabo el sorteo del jurado y que está previsto elaborar un protocolo de actuación específico para que este juicio se celebre con todas las garantías de seguridad.
El Ministerio Fiscal considera que el acusado en este caso es autor de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y explica que este "decidió acabar con la vida" de su mujer, Ana Belén J., de 45 años, al no aceptar que ella había iniciado una nueva relación sentimental y quería divorciarse de él.
En su escrito de acusación, relata que el matrimonio entró en crisis en 2017 y que fue ella la que manifestó su intención de separarse para lo cual llegó a contactar con un abogado.
Él sin embargo no aceptaba la situación y además de decir que era suya "o de nadie", controlaba sus salidas e incluso pedía a los dos hijos del matrimonio que le informaran de dónde estaba su madre. La Fiscalía añade que incluso era habitual que él controlara su teléfono para conocer con quién hablaba.
Ante esta situación y "siendo ya insostenible la convivencia", el escrito de acusación relata que el 28 de septiembre de 2017 ella concertó una cita con la Asociación Alavesa de Madres y Padres Separados con la finalidad de informarse acerca de los trámites de divorcio.
La cita se fijó para el 5 de octubre de 2017 pero ella fue asesinada dos días antes. El 3 de octubre él le escribió un mensaje para que fuera a recogerle a Miranda de Ebro (Burgos) a primera hora del día, algo que ella hizo para después dirigirse al domicilio familiar en Turiso, un pequeño pueblo perteneciente al cercano municipio alavés de Lantarón.
Tal y como relata la Fiscalía, ambos discutieron. Después él se fue a un cobertizo ubicado junto a la vivienda donde cogió un martillo para a continuación dirigirse a la cocina donde estaba su mujer y "aprovechando que estaba de espaldas", de manera "sorpresiva" y con "la intención de acabar con su vida", la golpeó con el martillo en la parte posterior de la cabeza dejándola inconsciente en el suelo.
Añade la acusación que a pesar de que ella estaba "sin posibilidad de defensa" continuó golpeándola con fuerza en la cabeza, con "insistencia y brutalidad", hasta que comprobó que había muerto. El cadáver presentaba 12 heridas en la cabeza.
A continuación y "siguiendo el plan que había preparado en los días anteriores", limpió la cocina, introdujo el cuerpo de ella en la parte trasera del vehículo que esta utilizaba y condujo hasta Miranda de Ebro donde lo dejó aparcado.
Ese mismo día una vecina de esa localidad burgalesa descubrió el cadáver y el presunto asesino fue detenido en su puesto de trabajo en la planta de Mercedes Benz de Vitoria adonde se había incorporado en el turno de tarde. Confesó el crimen y se encuentra en prisión provisional desde entonces.
La Fiscalía considera los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, y dice que concurren las agravantes de parentesco y de comisión del delito por razones de género.
Además de los 25 años de cárcel, también reclama que indemnice a los dos hijos del matrimonio con un total de 240.000 euros (120.000 por cada) y a los tres hermanos de la víctima con 60.000 euros.