La problemática de la proliferación de escombreras en los más diversos puntos de la capital ribereña lleva camino de convertirse en crónica. En los dos últimos años ha aumentado en tres cuartas partes, casi un 78%, el número de vertederos ilegales en solares del casco urbano y zonas verdes, tanto del extrarradio como de la propia ciudad. Se ha pasado de tener nueve localizados en octubre de 2022 a los 16 que controla a día de hoy el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Aranda. Y en todo este tiempo, tan sólo se han abierto tres expedientes sancionadores, por lo que las medidas punitivas tampoco están sirviendo para impedir que quienes utilizan el espacio público como su vertedero particular sigan con esta práctica insalubre.
En este escenario de incremento de los puntos donde se acumulan residuos de todo tipo al aire libre, el concejal arandino de Medio Ambiente, Carlos Medina, reconoce que ya se han hecho algunas intervenciones de limpieza, como en la escombrera que hay localizada en la parte trasera del cementerio municipal. «No todos tienen el mismo grado de gravedad, algunos son puntos que se han visto afectados de manera puntual y otros tienen vertidos periódicos, como en las eras de Santa Catalina. En la mayoría de ellos se han hecho ya varias actuaciones en los últimos años», explica Medina.
Sin embargo, hay otras en las que habría que actuar para adecentar la zona pero que se van a postergar hasta no contar con un plan específico. «La intervención más gorda que tenemos en mente es la de Fuenteminaya, hay que eliminar esa escombrera pero eso se tiene que hacer en paralelo con la intervención que se que se haga con los fondos europeos en las riberas de los ríos», puntualiza Medina, que advierte que «hasta que no se empiecen los trabajos de recuperación de las riberas, ese punto que es ahora mismo el más grave no se va acometer».
Mientras tanto, y para evitar que crezca el número de escombreras y el volumen de las que ya hay, desde el servicio de aseo urbano se realizan trabajos de limpieza periódica. «Cuando el servicio está más liberado, se hacen intervenciones», apunta Medina en referencia a épocas del año como este último trimestre, aunque es, a todas luces, insuficiente. Por eso, la intención del edil de Medio Ambiente es incluir «de forma explícita» este tipo de servicios en el próximo pliego para sacar a licitación este contrato público.
Pero la problemática de la proliferación de escombreras también atañe al área municipal de Obras y Urbanismo porque, como recuerda Medina, «la gente que tiene solares tiene la obligación de mantenerlos en buen estado, a conservarlos en buenas condiciones, y eso afecta tanto al desbroce como a la limpieza». Por eso están trabajando «desde Urbanismo desde hace un tiempo para enviar una notificación a los propietarios, pero está llevando tiempo», lamenta el edil de Medio Ambiente. «Evidentemente, nosotros como Administración tenemos que actuar si hay una situación grave, pero la propiedad privada implica unas obligaciones y no puede ser que siempre sea el Ayuntamiento el que corra con los gastos de alguien que se está despreocupado del estado de su solar o parcela», remarca Medina como tirón de orejas a los propietarios de algunos de los terrenos afectados.