Si tenían planes de regresar pronto a sus casas, los vecinos del número 89 de la carretera de Poza tendrán que deshacerlos porque el incendio que se declaró en el garaje subterráneo en la madrugada del domingo ha destruido bajantes e instalaciones. La reparación de las tuberías no es tarea sencilla, de manera que los moradores de las casas tendrán que estar fuera entre una semana y quince días, según los cálculos de algunos de los afectados. Los peritos de los seguros visitaron ayer la zona del siniestro e hicieron los primeros cálculos sobre daños e indemnizaciones.
Por su parte, los bomberos llevaron a cabo ayer un examen exhaustivo sobre los daños del fuego en el edificio y concluyeron que no ha afectado a la estructura del inmueble. Por tanto, no existe riesgo alguno de que se venga abajo. Ahora bien, los propietarios e inquilinos no podrán regresar pronto a sus pisos porque en estos momentos todas las aguas fecales caerían directamente al aparcamiento subterráneo en el que ardieron cinco coches. Los afectados pudieron recoger sus pertenencias y se hallan viviendo en casas de familiares o en un hotel que está siendo pagado por el seguro.
La Policía Científica de la Comisaría acudió ayer al lugar del suceso y confirmó las sospechas de los bomberos, la causa fue accidental y las llamas se originaron en uno de los automóviles calcinados, el que más daños presentaba (...).
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