El temporal combinado con un puente festivo y un exceso de autocaravanas y vehículos sin los medios adecuados multiplicado por las ganas incontroladas de muchos de disfrutar del primer manto blanco de la temporada dieron como resultado el domingo a nuevos atascos, situaciones de peligro y una dura crítica de Pilar Obregón hacia los conductores temerarios y que se aventuraron a subir el puerto de Lunada sin medios adecuados para circular con seguridad. La gerente del refugio Castro Valnera desde hace 7 años, un referente en la montaña pasiega, lamenta que se repitan las mismas escenas y reivindica como «única solución» a los atascos invernales en esta concurrida zona que la Junta de Castilla y León ensanche la estrecha calzada de la carretera BU-572.
Obregón afirma que lleva años trasladando esta petición a los responsables municipales en el Ayuntamiento de Espinosa de los Monteros, mientras rechaza el proyecto que está a punto de materializar un aparcamiento para 50 vehículos en el acceso a la antigua estación de esquí, junto a su negocio. «Crear más aparcamiento no es la solución, porque subirán más coches, el tapón será mayor y no tenemos capacidad para dar respuesta a esa gente en caso de que una nevada inesperada les retenga aquí arriba o haya que evacuarlos», argumenta.
La gerente del único refugio abierto todo el año en la montaña pasiega y, que permanecerá abierto desde el jueves hasta que se vaya la nieve, pone el foco también en las cada vez más numerosas autocaravanas, Incide en que habría que advertirles con cartelería llamativa para que se abstengan de ascender el puerto «en condiciones adversas». «Con su anchura ocupan los dos carriles porque la carretera es muy estrecha y echan a los coches a la cuneta», describe. El domingo dos bloquearon el acceso a la antigua estación de Lunada y a su refugio. Una continuaba ayer allí y sus ocupantes tuvieron que ser recogidos.
Obregón, que califica la nevada de este fin de semana como una de las mejores desde que Filomena descargara en enero de 2021, insiste en que el domingo recomendó esperar a que remitiese el temporal de nieve y viento y se hiciera la calma, que llegó ayer, para poder deslizarse en trineo, realizar esquí alpino o travesías con raquetas. Pero a quienes se les acababa el puente les pudo el deseo antes que la sensatez. Ayer por la tarde, los únicos tramos de carretera de la provincia que requerían de cadenas para transitar eran los tres portillos pasiegos de Lunada, La Sía y Estacas de Trueba, así como la subida por la BU-553 a La Horca para llegar a San Zadornil desde San Pantaleón de Losa. En Lunada se habían acumulado entre 30 centímetros y 50 centímetros en unos puntos y hasta 1,5 metros, en otros, por el efecto del viento sobre la nieve. Por la tarde, el delegado del Gobierno en Castilla y León desactivó el protocolo para nieve y viento de coordinación de actuaciones en la zona Cantábrica burgalesa y el resto de la comunidad, al dar por finalizado el temporal a medianoche.