Mantenimiento, mantenimiento y más mantenimiento. Es lo que reclama el equipo docente del colegio público Maximino SanMiguel de la Cámara, ubicado en Gumiel de Izán, al Ayuntamiento. Lamentan que en el último curso no se ha hecho «nada de nada». Y eso se traduce en multitud de desperfectos. De primeras, el muro exterior sufre un desprendimiento considerable y buena parte de la valla se encuentra oxidada. A ello se suman las averías en varios baños. En unos casos, han pegado el pomo con celo y otros directamente no los usan «porque los niños se pueden quedar encerrados y tienen que salir por el hueco que hay entre la puerta y el suelo», como indican desde la dirección, sin olvidar que otro de los aseos que hay en el patio lleva un tiempo inservible porque está lleno de todo tipo de trastos.
Asimismo, aseguran que se hallan a la espera de que los empleados municipales arreglen el aula que tienen previsto destinar como sala de radio. El material informático les llegó al inicio de curso, pero sigue guardado en las cajas ya que «tienen que cementar algunas partes que están que se caen, pintar y acondicionar todo», como remarcan desde el colegio. Por otra parte, una de las zonas del patio presenta algún que otro socavón y lo peor es que entre los baches suelen aparecer excrementos de los gatos que hay por los alrededores. Precisamente, el hecho de que se colocaran unos contenedores junto a la fachada del colegio no convence a la dirección ya que de alguna forma hace que haya más gatos.
La lista de desperfectos se completa con el estado de la parcela ubicada en la parte trasera. Alumnos y profesores utilizan un trozo como huerto, pero en el otro domina la maleza. Ante estas circunstancias, la próxima semana profesores y un par de familias que se han ofrecido voluntarias lijarán la valla y las barandillas y pintarán los bancos. Desde el centro insisten en la importancia del mantenimiento «para el disfrute de los niños». Así, remarcan que quieren que el colegio «esté bien y empezar el próximo curso con ilusión. Vamos a proponer proyectos llamativos y queremos que todo vaya acorde».
Por su parte, el alcalde, Jesús Briones, asegura que van a subsanar los desperfectos y se compromete a que el centro «esté en perfectas condiciones». Insiste en que «se va a solucionar» y avanza que quedará «impecable», al tiempo que pide disculpas por el retraso.