La Ley de Bienestar Animal gana tiempo a falta de reglamento

D. ALMENDRES / Burgos
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El Colegio de Veterinarios reconoce que los primeros pasos trasladan al futuro las dudas, mientras que las asociaciones insisten en el riesgo de abandono

Los voluntarios y miembros de protectoras advierten del peligro de una mayor tasa de abandono. - Foto: Patricia

La entrada en vigor el pasado 29 de septiembre de la Ley de Bienestar Animal generó tantas dudas como polémica, si bien algunas de estas cuestiones controvertidas no han tenido por el momento el impacto negativo temido por profesionales y voluntarios. Un comienzo que, de momento, apacigua los temores a la espera de su desarrollo.

Uno de los principales miedos era el riesgo de que aumentaran de forma exponencial los abandonos de animales de compañía, un aspecto que las protectoras han percibido, pero no en el grado advertido hace unos meses.

En Proanbur, Judith Sánchez destaca que esa incertidumbre existe porque, «se han quedado desprotegidos los animales de caza, que son los más vulnerables». «Es un abandono permitido», denuncia, para destacar las dudas que rodean al listado de animales positivos. «Hemos tenido un mes movido con cachorros dejados en contenedores de basura», lamenta.

Sánchez subraya que hay puntos de la Ley «que están bien, como los proyectos que afectan a los ayuntamientos» y otros «que están muy mal, como dejar sin protección a muchos animales». Por eso, pide a los propietarios que revisen la normativa y «no se dejen llevar por los bulos».

Por su parte, en Voluntarios Animales de Burgos se mantienen a la espera de los acontecimientos después de «no notar un gran cambio» en su actividad. «Veremos cuando la Ley se aplique en su totalidad», señala Ana González.

Desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Burgos insisten en que la clave se encuentra en la necesidad de elaborar un reglamento específico que defina cada concepto establecido. «Se sabía que era una ley compleja que no había tenido la suficiente tramitación técnica profesional», explica Tomás Fisac.

El presidente del organismo provincial destaca las «dudas surgidas al principio» y recuerda que todo se puso en marcha con «algunas cuestiones en el aire», como la obligación de realizar un curso o disponer de un seguro.  «Con el tiempo, o se han desmentido o se ha aclarado que estas cuestiones no eran de aplicación inmediata», destaca, para explicar que los puntos que aún no han entrado en vigor «han dado tranquilidad o, por lo menos, trasladan el problema a más adelante».

Fisac opta por dar margen de actuación al nuevo Gobierno en este inicio de la legislatura para desarrollar una Ley que planteaba «otros miedos» como su régimen sancionador.  Sin embargo, el presidente del Colegio de Veterinarios subraya que esta circunstancia no conllevará «un cambio sustancial» a aquellas personas «responsables y amantes de los animales». «Es a los que menos les va a afectar, a la espera de algunos pequeños detalles que se verán más adelante y que ahora han quedado en suspenso», matiza.

Se trata de «aplicar la ley con tiempo y prudencia» para que todos los puntos a tener en cuenta queden definidos de una manera clara y fácil de aplicar por los dueños de los animales. «Las leyes tienen su interpretación hasta que quedan bien definidas y es normal que surjan dudas técnicas», zanja.

La Ley de Bienestar Animal «tiene aspectos muy polémicos y otros que son muy claros», pero quedan por concretar muchos interrogantes. «Queda pendiente aclarar el Listado Positivo de Animales de Compañía -la relación de mascotas que podrán estar en los domicilios-. ¿Qué pasa con los que se quedan fuera? ¿Y con aquellos casos en los que ha habido una tenencia responsable hasta el momento de la aplicación de la Ley?», plantea un Tomás Fisac que se mantiene a la espera del reglamento.