Es una situación compleja que afecta a varios sectores profesionales y a numerosos oficios, un problema a corto y largo plazo que no es ajeno a los talleres de vehículos. Falta mano de obra y el relevo generacional se produce a cuentagotas, una circunstancia que tensa la oferta y dibuja un panorama lleno de interrogantes en el futuro cercano.
En Burgos, más de 6.500 jóvenes cursan estudios de formación profesional, una opción con tasas de empleo por encima del 80% y con alta demanda en diferentes sectores profesionales. Sin embargo, todo lleva su proceso y el reto actual es exigente.
«Sí, tenemos necesidad de mecánicos», zanja Gabriel Martínez, presidente de la Asociación de Empresarios de Automoción de Burgos (Adeabur). Esa es la conclusión principal, si bien cada especialización encierra sus circunstancias propias. «Esa necesidad se agrava más en unos casos que en otros», expone. Sea como fuere, el problema es evidente y la solución no llegará de un día para otro porque hay muchos factores a tener en cuenta en la ecuación.
Martínez destaca la «escasez de profesionales cualificados» disponibles en este momento. «Hoy en día hay poca vocación y tenemos ofertas de trabajo sin cubrir», añade, para destacar «la carencia aún mayor» que arrastran algunas profesiones como los pintores, los especialistas en carrocería y los mecánicos de vehículos pesados, ya sean industriales o agrícolas.
El colectivo burgalés muestra su preocupación ante una situación que se agrava lejos de los grandes núcleos urbanos. «Cuanta más pequeña es la localidad, más cuesta cubrir la oferta y mayores son las necesidades», explica el presidente de Adeabur. Con todo, Martínez recuerda que el de la automoción es un sector «que se pone las pilas para actualizarse y para formarse», en referencia a los retos que plantea el futuro.
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