El pago por Bizum crece como alternativa entre los comercios

DIEGO PÉREZ LUENGO / Burgos
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Este método que permite efectuar operaciones mediante el teléfono móvil se está convirtiendo en una opción para quienes son reacios a cobrar con tarjeta de crédito

Los carteles que niegan la posibilidad del pago con tarjeta son visibles en numerosos negocios. - Foto: Miguel Ángel Portilla

En la actualidad hay numerosos métodos con los que los consumidores pueden pagar sus compras. Se abre la vía del efectivo, la de la tarjeta de crédito y últimamente cada vez son más los comercios que se suman a la alternativa del Bizum. Esta última consiste en una operación que se realiza desde las aplicaciones bancarias en los teléfonos móviles -cuenta con un máximo de 1.000 euros por intercambio- y está ganando peso entre los comercios de la ciudad.

Si uno va caminando y se fija en las puertas de las tiendas y los negocios, puede encontrarse con diferentes indicaciones. La mayoría, en plena era digital, se han ido adaptando y sucumbiendo al pago con tarjeta de crédito, por lo que cuentan con una pegatina que así lo acredita. Otros establecimientos, sin embargo, son reacios a este tipo de transacciones y prefieren señalar que únicamente aceptan el dinero en efectivo. Pero muchos de estos segundos, se abren a la vía del Bizum.

La presidenta de la Federación de Empresarios del Comercio (FEC), Consuelo Fontecha, apunta que «el Bizum abre una posibilidad para ese cliente que no lleva dinero en efectivo encima», lo que en ocasiones se usa para «sustituir» el pago con tarjeta. «De esta forma se da opción a que tanto aquel que no lleva efectivo como el que es más analógico y únicamente cuenta con dinero físico puedan pagarte», declara.

Los jóvenes en la actualidad son los que menos uso hacen del efectivo. Con solo llevar el móvil encima ya pueden hacer movimientos tanto con la tarjeta de crédito, mediante el sistema contactless (sin contacto) como por medio del Bizum. Por eso en numerosas ocasiones se abren más opciones a las del efectivo que mantiene principalmente la gente de más edad. «Los establecimientos que no cuentan con datáfono deben dar la posibilidad para que aquellos que no tengan dinero físico puedan pagarte mediante otro método», expone Fontecha.

Aún así son visibles los casos de los propietarios que optan por colgar a la entrada un cartel con un 'no se admiten pagos en efectivo'. Uno de ellos es Arturo, que cuenta con una tienda de vehículos de movilidad propia y argumenta que son muchos los motivos por los que ha decidido esto. «Yo no trabajo para el banco» defiende mientras se escuda en que «no puedo pagar comisiones por un trabajo que realizo yo». Sí que admite Bizum, transferencias o PayPal. 

Otra de las razones más habituales es la de la disminución de los beneficios por venta. «El importe es el mismo y no puedes subir el precio a los que pagan con tarjeta, por lo que se llevan parte de tus ganancias». 

Para minimizar el impacto de las comisiones por el uso de las tarjetas hay quien decide establecer una cuantía mínima para poder usar la tarjeta. «En su día pusimos un mínimo de 15 euros, porque nosotros tenemos muchas cosas de uno o dos euros y en esos casos la comisión te lo come todo», manifiesta un comerciante de menaje en la zona de Gamonal. «La tarjeta era algo que necesitábamos porque todo el mundo viene con ellas».

Hay negocios en los que a la entrada manifiestan no cobrar mediante datáfono pero lo utilizan únicamente como una fórmula para incitar al efectivo. Cristina trabaja en un centro de belleza en el que se da esta situación, su razonamiento es que «lo hacemos más bien para que la gente no abuse del pago con tarjeta porque el banco se acaba llevando un porcentaje». 

hostelería. En el sector en el que más carteles de este tipo se ven es el de la hostelería. Hay numerosos bares que dejan clara su negativa a los medios telemáticos. El presidente de la Asociación de Restaurantes, Bares y Cafeterías de Burgos, Enrique Seco, manifiesta que «es algo que no entiendo, porque en mi caso el 60% de los clientes pagan con tarjeta». Sobre los motivos dice que «puede haber múltiples factores pero no me atrevo a destacar ninguno».

Eli lleva mucho tiempo detrás de la barra de su bar y es de estos profesionales que todavía no han dado el paso hacia el datáfono. Sus argumentos son variados. «Es algo que no me he planteado, entiendo que alguien que maneja cantidades mayores pueda implantarlo pero en mi caso no es así», declara. Al hacer la cuenta de la clientela que se va porque no cobra con tarjeta y el porcentaje de comisión que se lleva el banco expone que él cree que «se compensa».

El uso del bizum. La presidenta de la FEC, Consuelo Fontecha, expresa que el Bizum es un medio que está en auge en el comercio pero que en un principio no se inventó para este tipo de operaciones, si no para hacer intercambios de dinero entre particulares. «Es un tema peculiar porque la mayor parte de las cuentas de Bizum no son profesionales, entonces no sabemos en lo que puede generar dentro de unos años». Mientras tanto es una fórmula que agiliza muchas compras y que tiene una gran popularidad entre la gente joven, que es la que menos dinero físico suele llevar encima.