El Ayuntamiento de Burgos ha presentado ante la Fiscalía una denuncia por el ataque informático que recibió la plataforma contratada para la venta, el pasado mes de diciembre, de los bonos al consumo. Cabe recordar que la página web estuvo inoperativa durante horas en el inicio de la campaña y que el concejal de Comercio, Raúl Martínez, informó de que probablemente un 'hacker' estaba detrás de los problemas que surgieron ese día.
En esas fechas, el PSOE denunció que se habían vendido bonos a personas no empadronadas en Burgos, aseguró tener constancia de que así había sido y en la Concejalía de Comercio, donde tenían conocimiento de que la página web había sido pirateada al habérselo trasladado la empresa que gestionaba la plataforma, decidieron trasladar el asunto a los servicios jurídicos del Ayuntamiento. El letrado municipal ha entendido que los hechos son lo suficientemente graves como para trasladarlos a la Fiscalía y deja en manos del Ministerio Público que el asunto sea investigado en mayor profundidad y se puedan exigir responsabilidades.
Lo que saben en este momento en la Concejalía de Comercio es que una persona interfirió en la comunicación modificando los códigos internos de la plataforma, de tal manera que permitió que ciudadanos no empadronados en Burgos pudieran adquirir los bonos. Algo que prohibían las bases de la campaña municipal.
Se tiene constancia de que se adquirieron bonos para un particular y también de que el pirata informático quiso burlarse de la vulnerabilidad del sistema comprando otros tiques con el nombre de Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, el del primogénito de la infanta Elena de Borbón y sobrino del Rey Felipe VI.
Cabe recordar que el día en que se inició la campaña de venta de bonos al consumo la página web estuvo colapsada durante más de cuatro horas y luego funcionó de manera intermitente. No ha trascendido si se relaciona el ataque informático para modificar los códigos y así permitir la compra a los no empadronados con los problemas generalizados en la página web.
Lo cierto es que resultó muy extraño que hubiera tantos problemas en la página web y que se prolongaran durante tanto tiempo, ya que en los pliegos del contrato se exigió que el servicio estuviera alojado en Amazon Web Services (AWS). Es decir, no se explicaba el colapso de los servidores, ya que precisamente la solución contratada, más cara que otras disponibles en el mercado, permite levantar nuevos servidores a medida que se van saturando los primeros.
A partir de ahora solo falta por ver la trascendencia que da a este asunto la Fiscalía.