El balance de actividad del Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León refleja 54.248 donaciones entre enero y junio de 2024, unos datos que reflejan un descenso del 1,75 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, en el que se registraron 55.212. Por ello, el Chemcyl apela al esfuerzo y a la solidaridad de los castellanos y leoneses para tratar de corregir cuanto antes esta situación, dado el incremento exponencial de visitantes a las nueve provincias y las necesidades en los hospitales, que se mantienen igual que el resto del año.
Los profesionales del Centro están llevando a cabo diversas acciones para reforzar la donación, como la realización de colectas extraordinarias, con más localidades, horarios y días, pero aun así las reservas siguen por debajo de los niveles óptimos, de ahí este llamamiento especial de cara al mes de agosto.
Desglosadas las 54.248 donaciones por tipos, las de sangre total han sido 48.665 (descenso del 2,45 por ciento con respecto al mismo periodo de 2023); 1.278 fueron aféresis de plaquetas (+13,9 por ciento); y 4.305 fueron plasmaféresis (+2,38 por ciento).
De forma más detallada, las donaciones a lo largo de los primeros seis meses de 2024 han sido las siguientes; Ávila, 2.684 (-3,14 por ciento); Burgos, 11.054 (+2,18 por ciento); León, 5.754 (-6,26 por ciento); El Bierzo, 2.413 (-3,94 por ciento); Palencia, 3.195 (-1,24 por ciento); Salamanca, 6.142 (-5 por ciento); Segovia, 3.398 (+8,775); Soria, 2.287 (-13 por ciento); Valladolid, 14.966 (+1,29 por ciento); y Zamora, 2.355 (-14 por ciento).
En lo referido a la aféresis de plasma, Ávila ha sumado en el primer semestre del año un total de 206; El Bierzo 180; Burgos 647; León 497; Palencia 240; Salamanca 468; Segovia 266; Soria 292; Valladolid 1.265; y Zamora 244.
Por último, el balance semestral del Chemcyl indica que ha habido 664 aféresis de plaquetas en Burgos y 614 en Valladolid (total 1.278).
En Castilla y León se precisan en torno a unas 450 donaciones diarias para asegurar las necesidades asistenciales habituales en los hospitales de la Comunidad, una actividad que se mantiene todos y cada uno de los días del año y que, por tanto, requiere de la solidaridad continua de los donantes, más si cabe en verano.