Ha vuelto a ocurrir. Y no es la primera, ni a buen seguro será la última ocasión. El incremento exponencial de burgaleses que optan por el ferrocarril a la hora de desplazarse ha provocado que la demanda pulverice la oferta. Renfe ha llenado diez de los trece trenes programados de jueves a sábado, periodo en el que miles de burgaleses regresarán a Burgos para pasar las Navidades. Y todo ello sin previsión de servicios de refuerzo que eviten el colapso de los servicios por ferrocarril.
El operador apenas tiene plazas disponibles en tres convoyes directos programados de Madrid a Rosa Manzano entre el 21 y el 23 de diciembre. Los burgaleses que no hayan estado rápidos tan solo tienen asientos en los Alvia de las 7:15 horas de jueves a sábado. Otra opción, aunque mucho menos atractiva es llegar a la capital castellana desde la madrileña Príncipe Pío, un trayecto por la línea antigua que se dilata entre 4 y 4 horas y media. Pues bien, a tal punto a llegado la demanda que de jueves a domingo no hay ni un solo hueco libre en los tres viajes diarios en los que circulan convoyes dentro de este servicio. Donde todavía hay huecos es en las conexiones con transbordo en Valladolid Campo Grande.
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