Royales se guarda sus secretos

P.C.P. / San Pedro Royales
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La campaña final de excavación en el puente medieval entre Burgos y Palencia y su impresionante vanguardia se da por cerrada sin descubrir «quién hizo esto y, sobre todo, por qué aquí, en medio de la nada, junto a un pequeño hospital»

La vanguardia que protegía el puente llega a tener 2 metros de ancho y hasta 4 de alto en algunos puntos. - Foto: Valdivielso

San Pedro Royales ha revelado muchas certezas y alguna sorpresa a los arqueólogos, pero se guarda sus grandes secretos.«Quién hizo esto y, sobre todo, por qué lo hizo en este lugar, en medio de la nada, junto a un pequeño hospital jacobeo», se pregunta Alejandro Ramos, codirector del proyecto que toma el nombre del puente y que busca rescatar, preservar y divulgar el patrimonio de la comarca Odra-Pisuerga. «Las incógnitas seguramente las tendremos siempre, salvo que aparezca alguna documentación», asume, aunque al menos una referencia al rey Juan -no saben si I o II- les sitúa en el siglo XV. Las principales hipótesis pasan por una demostración del poderío de la Casa de Lara o un paso romano recuperado en el Medievo.

Con una jornada de puertas abiertas se cerró el sábado la que en principio será la última campaña de excavación del puente, con una orilla en Burgos y otra en Palencia, gracias a la que se ha evitado su desaparición total -en la Lista Roja de Hispania Nostra desde noviembre de 2013- y se ha descubierto la gran obra de ingeniería que lleva aparejado, un muro de hasta 4 metros de alto y 2 ancho y al menos 250 metros de longitud, que protegía al hospital del «látigo» en el que se convertía el río cuando bajaba crecido. «El puente es el puente, pero para mí la gran infraestructura de Royales es esta vanguardia», recalca Ramos. «Muchas ciudades de Castilla y León no tienen esta muralla», remarca.

Este año han podido constatar a través de varios sondeos que esa vanguardia presenta varias fases constructivas. La última en el siglo XVIII, posiblemente coincidente con el Canal de Castilla, y las más antiguas que «confirman que ya en el siglo XV había un muro potente, de casi tres y medio de alto, y que lo que hacen después e irlo reparando» a medida que el agua, los troncos a la deriva y las tormentas lo destrozan. «Incluso podría ser de la época de construcción del hospital, en el siglo XII, aunque no tenemos elementos de datación que lo atestigüen», reconoce.

El único ojo de los 8 que queda en pie completo se ha consolidado.El único ojo de los 8 que queda en pie completo se ha consolidado. - Foto: Valdivielso

En campañas anteriores, los voluntarios de Proyecto Royales buscaron sin éxito restos del edificio medieval. Ahora se han dado cuenta de que están apilados sobre la muralla protectora del puente, porque las máquinas que allanaron la tierra en épocas recientes desplazaron todos los restos formando un talud. «Todos los materiales de la vida cotidiana del hospital están aquí. Hemos sacado cerámicas, clavos, herraduras... Un cuenco precioso de cerámica de Manises...», enumera entusiasmado.

Ramos agradece el apoyo decidido del Ayuntamiento de Herrera de Pisuerga - «no está ayudando en todo»- y lamenta la falta de implicación de otras instituciones, como la Diputación de Palencia y la de Burgos, que este año les ha dejado sin subvención. Pero no renuncia a ver esta chopera convertida en un paseo para el disfrute y el conocimiento del patrimonio y la historia de la comarca, por lo que proyecta volver al próximo año para desbrozar y revisar el estado de lo que queda en pie del puente, que también han consolidado este año.

Hoy mismo, Ramos y su equipo de estudiantes universitarios han cogido las herramientas y se han mudado a Padilla de Arriba para extender el Proyecto Royales a la torre caída, cuyos secretos sí esperan descubrir.

El equipo ha comenzado a trabajar esta semana en Padilla de Arriba.El equipo ha comenzado a trabajar esta semana en Padilla de Arriba. - Foto: Proyecto Royales

Susana Cristóbal | Trabajadora y estudiante sevillana

«Me gustan las excavaciones familiares. Es una forma de dar a conocer el patrimonio»

Imposible no fijarse en Susana entre sus «niños» y con ese acento andaluz tan marcado. Se trata de un caso atípico en este mundo de la arqueológica. Una trabajadora del sector del comercio que estudia por placer a tiempo parcial el Grado de Geografía e Historia en la Universidad Pablo de  Olavide de Sevilla y que dedica sus vacaciones a ir como voluntaria por diferentes excavaciones. «No es lo mismo que ellos, que están deseando acabar. Así se disfruta más. Termino reventada, pero muy feliz», reconoce.

Susana Cristóbal, rodeada por sus compañeros de excavación y por David (i.), vecino de Rezmondo y colaborador de Proyecto Royales.
Susana Cristóbal, rodeada por sus compañeros de excavación y por David (i.), vecino de Rezmondo y colaborador de Proyecto Royales. - Foto: Valdivielso

Habitual de Otero de Herreros (Segovia), este ha sido su primer año en San Pedro Royales, que seguía por Facebook.«El trabajo que está haciendo aquí Alejandro es una maravilla», apunta, encantada también con el entorno y la temperatura. «El lunes llegamos aquí con 9 grados, eso es puro invierno en Sevilla», se ríe.
«He excavado en muchos sitios, pero me gustan mucho las excavaciones familiares, muy cercanas y en sitios locales.Es una forma de ayudar a que el patrimonio que muchas veces no tiene fondos se pueda dar a conocer», concluye.