La gerente del HUBU, Ana Lucía Fernández Eroles, tildaba de «crítica» la dotación de anestesistas a primeros de octubre, cuando el servicio arrastraba un déficit de cuatro especialistas sobre la plantilla oficial (41 médicos). Desde entonces, el servicio ha perdido otros tres facultativos, que se han marchado a hospitales de Salamanca, Valladolid y León con una comisión de servicio; un procedimiento que la Consejería de Sanidad se resistía a aprobar hace un año, pero que ha terminado por autorizar en casi todos los casos.
Eso significa que el déficit oficial de anestesistas en el HUBU vuelve a ser de más de siete facultativos (a las plazas 'vacantes' siempre hay que añadir bajas y/o vacaciones), lo cual tiene repercusión en todo el complejo porque hay que reorganizar la actividad en todos los ámbitos en los que participan estos especialistas, que son muchos: quirófanos, consultas, tratamientos en la unidad del dolor, intervenciones en salas avanzadas, pruebas diagnósticas con sedaciones, atención a críticos postquirúrgicos...
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