El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) continúa contratando las obras y materiales necesarios para poner en servicio la Línea de Alta Velocidad Venta de Baños-Burgos. Al carril, la catenaria, suministros eléctricos y sistemas de telecomunicaciones se suman ahora las traviesas. La sociedad ha lanzado ya el concurso para la fabricación y transporte de 81.850 traviesas para los 75,7 kilómetros del tramo, cuya plataforma está prácticamente rematada, informa la Agencia Ical.

La función de estas traviesas de hormigón pretensado es la de sustentar y servir de fijación para los carriles de vía de la línea, diseñada para velocidades de 350 kilómetros por hora. ADIF ha sacado a concurso su fabricación y transporte en dos lotes de 3,71 y 3,88 millones de euros, que contemplan el suministro de 77.000 traviesas monobloque de ancho internacional y 4.850 polivalentes, aptas para ancho ibérico.

Con estos contratos, la sociedad encarga uno de los elementos principales de la infraestructura ferroviaria, junto con el carril y la catenaria. El administrador ferroviario no quiere que las obras se detengan por la falta de suministros. Por ello, ha impuesto en las condiciones de la licitación la obligación de alcanzar una producción mínima de 800 traviesas al día, ya que el plazo de ejecución es de cinco meses, y la necesidad de poder almacenar unas 40.000 traviesas. 

El concurso, abierto este año, finalizará en la primera mitad de 2014, ya que se ha fijado el 3 de marzo como la fecha de apertura de las ofertas. Las obras de la plataforma están terminadas en todos sus tramos salvo entre Estépar y Burgos, donde se han retrasado por culpa de un túnel cuya excavación tardó en arrancar.