Durante los últimos años el acceso a la vivienda se ha convertido en una de las grandes preocupaciones  a lo largo de todo el país y ahora mismo se encuentra en el ojo del huracán informativo, ya que incluso se han llegado a plantear huelgas de inquilinos. Miranda no se escapa del problema. De hecho, su situación ha tendido a empeorar y su oferta de pisos en alquiler se ha reducido tanto que ya es la más exigua de todos los municipios de Castilla y León que superan los 20.000 habitantes. En lugares como Burgos, León, Segovia o Valladolid el portal Idealista contabiliza más de un centenar de anuncios; en otros como Ávila, Ponferrada o Soria se rondan los 40 apartamentos; y en Aranda, Arroyo de la Encomienda o Medina del Campo al menos se mueven en torno a la decena, mientras que en la ciudad del Ebro apenas existen cinco casas libres.

Para paliar esta realidad la Junta de Castilla y León ha impulsado con fondos europeos la construcción de 28 pisos destinados al alquiler social, sobre todo, de jóvenes, un proyecto que está completando sus últimos trámites en el Ayuntamiento. El concejal de Urbanismo y Vivienda, Guillermo Ubieto, destaca que la creación de apartamentos públicos «siempre es una buena noticia, más aún ahora que la situación es insostenible tanto en precio como en oferta en el mercado y más todavía si es para jóvenes, que es uno de los colectivos más afectados». Por eso mismo el representante de IU-Podemos destaca que su departamento, que ya ha «tenido que intervenir varias veces» para colaborar con el programa regional, ha tratado de darle «prioridad».

Ahora bien, desde el punto de vista de Ubieto, aunque la creación de esos 28 apartamentos «es algo positivo», para Miranda «se antoja escaso» y desde la administración municipal ya se han puesto manos a la obra para «plantear diversas propuestas y trasladárselas a la Junta para que se haga algo más ambicioso». El concejal reconoce que todavía deben perfilar mejor las ideas que finalmente enviarán a Valladolid, pero al mismo tiempo explica que tienen «esperanzas» en que lleguen a buen puerto, a diferencia de lo que ocurrió en casos anteriores, y adelanta que «la prioridad a día de hoy debe ser la construcción de vivienda pública en el Casco Histórico».

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