Un arandino en el imperio del Brawl Stars

C.G. / Aranda de Duero
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Gonzalo Vázquez trabaja en Finlandia como diseñador en Supercell, una empresa de videojuegos muy conocida por algunos de sus proyectos como Clash Royale o Brawl Stars

Gonzalo Vázquez, frente al universo visual del videojuego para el que trabaja como diseñador.

El ribereño Gonzalo Vázquez ya lleva casi 6 años en Finlandia. Se inició en España en el mundo del diseño de usuarios en videojuegos y pronto tuvo la oportunidad de trasladarse a trabajar al país nórdico. Sus primeros años los pasó en Rovio, la empresa del conocidísimo juego Angry Birds, pero pronto comenzó un nuevo trabajo en Supercell, donde se creaba uno de sus proyectos favoritos.

«Tuve un par de oportunidades para irme a la nueva empresa. La segunda vez que contactaron conmigo se convirtió en la definitiva», aclara. Dentro de Supercell, Gonzalo trabaja en el equipo de Brawl Stars, un juego que ha ganado mucha popularidad en los últimos meses. «Mi equipo lo formamos unas cincuenta personas y prácticamente la mitad extranjeras», comenta cuando explica que, en su día a día se relaciona con personas de todo el mundo.

La vida en Finlandia es muy diferente a la que tenía antes. «Hay un cambio cultural enorme, en España pasamos mucho tiempo relacionándonos en la calle, aquí, eso es imposible», comenta. «La mayor parte de las reuniones se tienen en interiores y eso es algo a lo que a muchos españoles les cuesta acostumbrarse», añade. «Tienes que aprender a vivir en otra realidad, en Finlandia no te vas a tomar algo después de trabajar como lo harías con tus compañeros en España», cuenta.

«A la hora de trabajar también somos muy diferentes. Damos nuestras opiniones y enfrentamos los conflictos de una forma mucho más directa», asegura. Sin embargo, con el paso del tiempo, nota que su forma de ser ha ido cambiando y adaptándose a su nueva realidad. «Hablo prácticamente todo el tiempo en inglés y eso va modificando ciertas cosas en mi», confiesa Vázquez.

Sobre regresar a España, cuenta que, de momento, no se lo plantea como algo cercano, pero que no lo descarta a largo plazo. Lo que si que tiene claro es que se ha acostumbrado a la comodidad de Helsinki. «Si volviera, no viviría en una gran ciudad, mi familia y yo necesitaríamos un sitio mediano, más tranquilo», afirma.

Sus orígenes están muy presentes en su nueva vida. «Me acuerdo mucho de Aranda estando aquí. Al trabajar en videojuegos, necesito retrotraerme a cuando era un adolescente. Vuelvo al grupo de teatro del Vela Zanetti, a los cómics que compraba, las tardes de cine con amigos... cosas que hay dentro de mi y que me siguen acompañando», relata Gonzalo. «A veces, cuando digo de donde vengo, me toca incluso elegir el vino», dice orgulloso, aunque revela que tampoco se siente un experto en la materia.

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