Los usuarios habituales de la carretera CL-633, que une la localidad de Masa con Cornudilla pasando por Poza de la Sal, llevan años alertando a los alcaldes e incluso a la propia Junta -propietaria de la infraestructura- el mal estado que presenta y los peligros a los que a diario se enfrentan más de medio millar de conductores que la transitan de media. Conocedor de la delicada situación, el jefe de la sección de conservación y explotación, Luis Emilio García González, ha declarado a este periódico la intención de realizar el «extendido de aglomerado» desde el Alto del Buitre, p.k. 24+350 a la entrada al castillo de la villa salinera (tramo de 4,6 kilómetros) y del p.k. 32+450 a la altura del cruce a Salas de Bureba hasta el que llega a la vía CL-632 en Cornudilla, equivalente a una longitud de 5 kilómetros, aunque «la anchura será la existente».
A su vez, se está replanteando con el personal del Contrato de Servicios la «eliminación de todo el arbolado existen en dicho tramo salvo los ejemplares que se encuentran detrás de las barreras de seguridad y el ensanche de las obras de paso de la carretera, que tienen dimensiones insuficientes», añade. Las actuaciones en dicho tramo se complementarán con la «colocación de barreras de seguridad en los puntos donde sea necesario y no existen durante el último trimestre del año actual», con la intención de que en 2024, momento en el que se ejecutarán las intervenciones de «mejora del pavimento con la extensión de una capa de mezcla bituminosa en caliente», hayan finalizado. «No están previstas actuaciones de modernización» (modificación de trazado en planta y en alzado) y en cuanto a llevar a cabo otras intervenciones más allá de las propias de conservación y mantenimiento «serán complicadas, ya que las disponibilidades presupuestarias para atender las necesidades de la red autonómica de carreteras en la provincia no lo permiten», sentencia.
El firme se encuentra cuarteado, sin grandes deterioros, excepto en los primeros 1.900 metros a la salida de Poza, donde se echó aglomerado en caliente y se recogieron los escalones. Si bien, el ancho de la calzada es variable, con tramos desde los 5 y 5,10 metros de calzada, insuficientes para los conductores, que en más de una ocasión ha vivido situaciones bastante complicadas. José María García es una de las personas que reside en la zona y que circula habitualmente por dicha carretera. El verano pasado tuvo un susto al cruzarse con un autobús de tres ejes de Alsa que le obligó a salirse de la misma en una zona donde el arcén era totalmente inexistente. Como consecuencia de ello rompió su coche.
El 26 de septiembre del pasado año presentó un escrito a la Junta advirtiendo de los peligros de la vía CL-633 «desde Cornudilla a Masa», aclara, y solicitó de urgencia la señalización de su estado y la limitación de la velocidad para evitar accidentes. El 21 de diciembre presentó otro escrito, esta vez acompañado de 319 firmas de usuarios y vecinos de localidades próximas a la carretera que exigían una actuación urgente en los arcenes. De acuerdo con este escrito, en enero de 2023 le contestaron que «en este año no existe partida presupuestaria para llevar a cabo obras de refuerzo o renovación superficial ni para la mejora de las bermas». Finalmente, la Junta sí ha destinado una asignación económica para llevar a cabo próximamente meras labores de conservación sobre los arcenes».