Como dos gotas de agua y con una semana de diferencia actuó la banda organizada de ciudadanos rumanos que ayer detuvo la Guardia Civil en Madrid. Se movían por todo el país y elegían la España rural más vacía y desprotegida, pero la investigación de las fuerzas de seguridad ha dado con ellos. En la madrugada del lunes día 4 asaltaron la empresa de quesos El Beato de Tábara, en la localidad zamorana de San Martín de Tábara, y se llevaron un vehículo para transportarlos de los Almacenes de Construcción San Martín de Tabara, las dos únicas empresas del pueblo. En Valdenoceda actuaron en la madrugada del lunes. Sustrajeron un camión pequeño de Excavaciones Varona y dejaron vacía la quesería artesana El Carluque. En este caso también son las únicas empresas junto a tres negocios de hostelería.
Su modus operandi, según ha podido saber DB de fuentes de la investigación, era el de "robar cerca un vehículo de grandes dimensiones para llevarse los quesos". En el caso de Valdivielso no ha trascendido si se ha podido recuperar el vehículo de Excavaciones Varona, pero con casi toda probabilidad fue utilizado para el transporte de los centenares de yogures, quesos de untar, madurados con mohos o semicurados de leche ecológica de cabra y de oveja que desaparecieron.
A las 5.45 de la mañana, cuando acudió a su trabajo el copropietario de la quesería, Gustavo Pérez, se dio de bruces con la peor pesadilla de los cuatro años de existencia de este pequeño obrador justo cuando empezaba a recoger los frutos de la experiencia y el esfuerzo. Apenas habían pasado unos días de la celebración de su cuarto cumpleaños, cuando se encontró todo vacío en plena campaña navideña y con decenas de pedidos por atender.
La Guardia Civil ha dado en Madrid con parte del botín que se llevaron de Valdenoceda y que aún permanecía en la nave registrada, pero al haberse roto la cadena de frío y no haber sido respetadas las mínimas condiciones higiénico sanitarias, los quesos de El Carluque "son insalvables" y no se pueden vender, como explicaba Pérez ayer.
Reinventarse. Pese a ello, soplan vientos de solidaridad y apoyo a este pequeño negocio, que vende sus productos en el mercado electrónico comarcal Merindades Plaza, ferias y tiendas de Burgos, Medina de Pomar, Villarcayo y Trespaderne. Además de recibir Bizum con donaciones, muchos amigos y clientes habían dado el paso de proponer a sus gestores la compra de quesos por adelantado, de tal modo que pagarán ahora y recogerán sus quesos en dos meses, una vez maduren.
Para hacerlo más atractivo, la quesería de Valdivielso anunciaba ayer un lote bautizado como 'El Carluque por Venir', que incluye yogures, queso de untar, queso cremoso, semicurados y mermelada de vino tempranillo. Se comercializa online en Merindades Plaza los pedidos superaban ya los 60 en su día de lanzamiento. Además de la producción de los últimos meses, la quesería también perdió los ingresos del puente de la Inmaculada que estaban en la caja registradora, el ordenador y otros bienes.